Ivanka Trump, la hija del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, señaló este viernes que vino a Corea del Sur para reafirmar el «fuerte y duradero compromiso» con su aliado, en medio de las expectativas de un posible contacto entre Washington y Pyongyang.
Ivanka, que ejerce de asesora principal del presidente, hizo las declaraciones al llegar al Aeropuerto Internacional de Incheon, al oeste de Seúl, para asistir el domingo a la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang.
La influyente hija de Trump, quien lidera la delegación de alto nivel estadunidense invitada a la clausura de los Juegos de Invierno, apareció sonriente ante las cámaras al acceder a la terminal pocos minutos a su arribo.
El Ejecutivo de Moon ha desplegado un gran recibimiento para Ivanka dado su peso en la Casa Blanca y para equipararlo al que se dio a la hermana del líder norcoreano Kim Jong-un cuando estuvo en Corea del Sur hace dos semanas.
«Estamos muy emocionados de asistir a los Juegos Olímpicos de Invierno 2018 para animar al equipo de Estados Unidos y para reafirmar nuestro fuerte y duradero compromiso con el pueblo de la República de Corea», indicó Trump
Ivanka, que encabeza la delegación estadunidense, tiene previsto cenar con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, más tarde este mismo día.
Durante su estadía de cuatro días viajará a PyeongChang para animar a los atletas estadunidenses y participará en la ceremonia de clausura de las olimpiadas el domingo.
Un funcionario de la embajada de Estados Unidos señaló a la agencia de noticias Yonhap que Ivanka saldrá hacia PyeongChang justo después de cenar con Moon.
Su viaje a Corea del Sur coincide con una visita planeada por una delegación norcoreana que asistirá a la ceremonia de clausura de los juegos.
La delegación estará encabezada por Kim Yong-chol, jefe del Departamento del Frente Unido del gubernamental Partido de los Trabajadores de Corea del Norte.
Este hecho está generando especulaciones de que podría haber algún tipo de contacto entre los funcionarios de los dos países al margen del evento deportivo, aunque los funcionarios de Corea del Sur y Estados Unidos dicen que las posibilidades son escasas.
Un ambiente de paz ha ido creciendo desde que Corea del Norte envió a sus atletas a los Juegos Olímpicos e invitó a Moon a Pyongyang para lo que podría ser la tercera cumbre intercoreana, después de años de tensas relaciones debido a sus constantes provocaciones nucleares y de misiles.
La delegación estadunidense incluye también a la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders; el general Vincent Brooks, comandante de las Fuerzas Armadas Estadunidenses en Corea del Sur; el senador James Risch, presidente del Subcomité de Asuntos Exteriores sobre el Oriente Próximo, Asia del Sur, Asia Central y Contraterrorismo.
Fuente: Crónica