Ante escenarios de riesgo para la economía nacional, como una eventual salida de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio (TLC), México tiene instrumentos financieros para garantizar su estabilidad económica este año.
De acuerdo con un estudio del Senado, una fallida negociación del TLC podría afectar la recepción de capitales externos, lo que presionaría el crecimiento económico, el tipo de cambio y la inflación.
Sin embargo, el documento elaborado por el Instituto Belisario Domínguez apunta que, para amortiguar estos efectos negativos, el país puede echar mano de sus reservas internacionales, que en 2017 cerraron con 172 mil 802 millones de dólares.
México también cuenta con una línea de crédito del FMI, que renovó en noviembre pasado, por 88 mil millones de dólares.
Otros dos mecanismos de equilibrio son el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios y el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas.
En conjunto estas cuatro fuentes suman alrededor de 5,425.7 miles de millones de pesos”, apunta el estudio.
México cuenta con los instrumentos financieros necesarios para hacer frente en 2018 a posibles escenarios de riesgo para la economía y estabilidad financiera nacional, como la eventual salida de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la reforma financiera y el proceso de normalización de la política monetaria de la Reserva Federal de dicho país.
De acuerdo con un estudio del Senado de la República, dichos factores podrían afectar las fuentes de financiamiento y la recepción de capitales externos de México, lo que se traduciría en presiones adicionales al crecimiento económico, el tipo de cambio y la inflación, además de una fuga de capitales.
Debido a la estrecha relación comercial con la economía estadunidense, diversos organismos prevén que este factor podría impactar el consumo, los flujos de inversión y el comercio en México”, señala el documento realizado por la Dirección General de Finanzas del Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado.
Sin embargo, apunta que son cuatro instrumentos que México puede utilizar para amortiguar efectos negativos para la economía del país: las reservas internacionales con las que cuenta, que en 2017 cerraron con un monto de 172 mil 802 millones de dólares.
La reserva internacional son divisas y oro, propiedad del Banco de México, que son invertidas en instrumentos de alta liquidez, “y que puedan ser utilizados de manera expedita ante compromisos con el exterior. El objeto de las reservas internacionales es contribuir a la estabilidad del poder adquisitivo del peso mediante la compensación de desequilibrios entre los ingresos y egresos de divisas del país”.
También se cuenta con una Línea de Crédito Flexible del Fondo Monetario Internacional (FMI) que renovó en noviembre de 2017, por dos años más, por 88 mil millones de dólares.
Esta línea de crédito da a los países la flexibilidad de utilizarla en cualquier momento dentro de un periodo predeterminado o para tratarla como instrumento precautorio, además de garantizar un acceso amplio e inmediato a los recursos sin condiciones continuas”, afirma el órgano.
Los otros dos mecanismos de equilibrio son el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios y el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas.
Estas cuatro fuentes de recursos suman alrededor de 5,425.7 miles de millones de pesos, monto que constituye un importante blindaje ante posibles presiones financieras”.
Fuente: Excélsior