El domingo pasado terminaron las precampañas. De acuerdo con la última encuesta de Consulta Mitofsky, la intención de voto en las preferencias electorales se encuentra: Morena-PT-PES: 23.6 por ciento; PAN-PRD-MC: 20.4 por ciento; PRI-PVEM-PANAL: 18.2 por ciento; la suma de los porcentajes de intención de voto de los candidatos independientes: 10 por ciento; y el 27.8 por ciento contestó que todavía no sabe por quién va a votar (i.e. ‘los indecisos’). En este sentido, considero importante señalar que estas son las preferencias ‘brutas’ (i.e. que dejan el porcentaje de ‘indecisos’ fuera).
Algunas casas encuestadoras publican las preferencias ‘netas’, en donde asumen que el porcentaje de indecisos se distribuye de la misma manera que la intención de voto explícita. En este caso, las preferencias ‘netas’ serían 30.2 por ciento para Morena-PT-PES, 26.1 por ciento para PAN-PRD-MC, 23.3 por ciento para PRI-PVEM-PANAL y 12.8 por ciento para los independientes en su conjunto. No obstante lo anterior, considero que el supuesto de que los ‘indecisos’ tendrán un comportamiento similar a los que contestaron que votarán por un candidato en específico es muy poco defendible en este caso. Por ello, considero que es mucho más objetivo dar seguimiento a las preferencias ‘brutas’, máxime en una elección tan competida, con un número mayor de candidatos que en elecciones pasadas (incluyendo independientes por primera vez en la historia moderna de nuestro país), y faltando tanto tiempo para la elección presidencial.
Es muy probable que quienes piensan que el resultado electoral será el que vemos hoy en las encuestas, se encuentre muy equivocado. En mi opinión, nada está escrito todavía, debido a cuatro razones: (1) Falta ‘mucho tiempo’ para las elecciones; (2) las campañas importan; (3) los debates pueden ser más relevantes en esta elección, que en el pasado; y por (4) el momento en el que los electores definen por quién votar.
(1) Cuatro meses y medio es ‘una eternidad’ en política. Faltan 45 días para que inicien las campañas y 138 días para la elección presidencial. Existen varios ejemplos en diferentes partes del mundo que ilustran esta situación, pero utilizaré uno reciente. Cuatro meses antes de las elecciones presidenciales de Francia del año pasado, el candidato Emmanuel Macron contaba con solo un 13 por ciento de la intención de voto en las encuestas, mientras que las preferencias electorales de los encuestados otorgaban el pase a la segunda vuelta a François Fillon, con 26 por ciento de la intención del voto y a Marine Le Pen, con 24 por ciento. Al final, Macron remontó 11 puntos porcentuales, logró llegar a la segunda vuelta y hoy es el presidente de la República Francesa ¿y en México? Considero que eso nos lleva al segundo punto.
(2) Las campañas importan. En las elecciones presidenciales pasadas en México (2012), ‘la fotografía’ que mostraban las encuestas en febrero de ese año era: Peña Nieto con 40 por ciento; Vázquez Mota con 25 por ciento; y López Obrador con 17 por ciento. A pesar de que Enrique Peña Nieto fue quien ganó la elección con 39.2 por ciento de la votación total y que Josefina Vázquez Mota obtuvo el 26.1 por ciento de los votos ambos con porcentajes muy similares a los que se registraron en las encuestas de febrero-, el cambio más significativo en las preferencias electorales se observó con Andrés Manuel López Obrador, quien ganó 15.4 puntos porcentuales de febrero a julio, para terminar en segundo lugar con 32.4 por ciento de la votación. Es decir, las campañas electorales fueron importantes para que tanto Peña Nieto, como Vázquez Mota mantuvieran el porcentaje de intención de voto en ese periodo y para que López Obrador remontara tan significativamente. En las elecciones de 2006, los encuestados en febrero de ese año otorgaban el 32 por ciento de su voto a Andrés Manuel López Obrador, 26 por ciento a Felipe Calderón y 24 por ciento a Roberto Madrazo. Después de las campañas, López Obrador ganó 4.4 puntos porcentuales para quedar en segundo lugar con 36.4 por ciento de la votación, Calderón remontó 10.9 puntos porcentuales para ganar la presidencia con el 36.9 por ciento de los votos y Madrazo perdió 1.1 puntos porcentuales durante la campaña, para quedar en tercer lugar con 22.9 por ciento de los votos. En resumen, considero que el hecho de que López Obrador haya podido remontar más de 15 puntos porcentuales durante las campañas o que Felipe Calderón haya logrado un repunte de casi 11 puntos porcentuales son un buen ejemplo de que las campañas importan y que por lo tanto, falta ‘mucho tiempo’ para las elecciones, en términos de política. Adicionalmente, no hemos visto las campañas de los candidatos independientes. Considero que este es otro factor importante que considerar, a pesar de que por el momento solo sumen 10 puntos porcentuales de la intención del voto en las encuestas. Jaime Rodríguez Calderón ‘El Bronco’ ya ganó una elección compleja, la popularidad de Margarita Zavala implicó que su salida del PAN le restara una cantidad importante de puntos porcentuales a la intención de voto de ese partido y considero que la capacidad de palabra y ‘don de gentes’ de Armando Ríos Piter ‘El Jaguar’ le van a granjear la empatía de muchos ciudadanos.
(3) La relevancia que van a tener los debates en esta ocasión. En las elecciones pasadas la manera generalizada de ver un debate era sentándose en frente del televisor y prenderlo exactamente a la hora de su transmisión. Hoy, es muy probable que se pueda ver completo o en fragmentos 24 horas al día, los siete días de la semana. De acuerdo con información de la OCDE, del 2006 a la fecha se han duplicado el número de suscripciones de telefonía celular en México (de poco más de 51 millones a cerca de 106 millones). Adicionalmente, una gran cantidad de estas suscripciones ahora son con teléfonos inteligentes que cuentan con acceso a Internet y redes sociales. Por eso considero que la penetración de la tecnología, la conectividad y las redes sociales hará que los debates sean mucho más relevantes que en el pasado y puedan generar cambios importantes en la intención de voto del electorado.
(4) El momento en el que los electores definen por quién votar. Diversas encuestas de salida en los últimos años arrojan que alrededor del 60 por ciento del electorado toma la decisión por quién va a votar durante o al final de las campañas y el 10 por ciento el día de la elección, por lo que una vez más, insisto, falta mucho tiempo para la elección y hay muchos factores dinámicos que pueden hacer que el resultado actual que se observa en las encuestas termine siendo muy distinto al resultado electoral.
* El autor es director general adjunto de Análisis Económico y Relación con Inversionistas de Grupo Financiero Banorte y presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF.
* Las opiniones que se expresan en esta columna no necesariamente coinciden con las del Grupo Financiero Banorte, ni del IMEF, por lo que son responsabilidad exclusiva del autor.
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