Marit Bjoergen es el mito en activo de los Juegos de Pyeongchang. La noruega, de 37 años, consiguió la plata en skiathlon y sumó su medalla olímpica número 11, que le coloca como la mujer con más podios de la historia desempatando con Raisa Smetanina y Stefanie Belmondo, que tenían diez. Además, se queda a sólo dos del récord absoluto de su compatriota Ole Einar Bjoerndalen, que no estará presente en el biatlón de la cita coreana.
La noruega es una atleta con mucho oficio y gracias a su veteranía supo tener el control sobre una prueba de 15 kilómetros, mitad 7,5 de esquí clásico y mitad 7,5 kilómetros de esquí libre y que ganó la sueca Charlotte Kalla, que sumó su sexta medalla olímpica. Tampoco está nada mal. En el primer tramo, Bjoergen aguantó bien el rebufo y en la segunda parte la sueca se escapó, pero Bjoergen resistió en el puesto de plata. Bronce fue la finlandesa Parmakovski. Todo muy nórdico, en la primera final de medallas de estos Juegos de Pyeongchang.
Bjoergen, de Trondheim y madre de un hijo de 2 años, comenzó su idilio olímpico con las medallas en Salt Lake City 2002, cuando consiguiera una plata por relevos. En Turín cazó otro cajón de plata, esta vez a nivel individual. Y su explosión llegó en Vancouver 2010, donde ganó cinco medallas (tres de oro), y en Sochi se colgó otros tres oros. En Pyeongchang ha empezado su casillero con una plata el primer de competición. Bjoergen además tiene 18 títulos mundiales.
«He estado bien durante mucho tiempo, pero ahora vienen esquiadoras jóvenes muy buenas. Las cosas son diferentes para mí ahora. Lo primero es ser una buena madre y después competir. Por suerte puedo seguir peleando a buen nivel», contaba Bjoergen, que anunció que estos serán sus últimos Juegos.
Fuente: as.com