Lionel Messi y Luis Suárez brindaron otro recital, en esta ocasión manufacturando cinco de los seis goles de la paliza que el Barcelona le endosó por 6-1 al Girona, y que supuso también un récord invicto para los azulgrana en la Liga española.
Con su victoria por la Fecha 25, cortesía de un doblete y dos asistencias de Messi y un triplete de Suárez, el equipo de Ernesto Valverde suma ya 32 partidos ligueros sin perder; una racha que se remonta al pasado campeonato, superando así su mejor cifra, que databa de la campaña de 2010-11 bajo el mando de Pep Guardiola.
El Barsa lidera el actual torneo con 65 puntos, 10 más que el escolta Atlético de Madrid, que visita el domingo al Sevilla.
Messi, ya con 22 tantos ligueros, anotó a los 30′ y 36′ por el Barsa, que vio como el uruguayo Suárez (5′, 44′ y 76′) y Philippe Coutinho (66′) engordaron la cuenta ante el noveno Girona, que abrió el marcador a los tres minutos.
Y es que el festín azulgrana fue precedido por un meritorio gol de Christian Portu, más vivo que nadie para aprovecharse de la indecisión de la zaga azulgrana y batir de tiro colocado a Marc-André ter Stegen.
Pero la alegría duró poco a los rojiblancos, que vieron como Messi conectó de inmediato con Suárez, hábil definidor por bajo en el mano a mano con Yassine Bono.
Coutinho y Ousmane Dembélé estrenaron titularidad conjunta en el Barsa, pero el primero anduvo de menos a más y el segundo, de lo más desacertado, mientras Messi siguió a la suya: ahora un pase mágico, luego un intento de globo sacado por la defensa en boca de gol, más tarde un quiebro en carrera o un cañonazo alto.
Progresivamente juguetón, el astro argentino finalmente optó por decantar la balanza en un balonazo aparentemente inofensivo que bajó con mimo y procedió a enseñar y esconder a sus defensores, mareados en la persecución hacia el corazón del área, desde donde soltó un inapelable zurdazo a la red.
El enfado del arquero creció poco después, cuando Messi se sacó otro elefante de la chistera con un tiro libre directo ejecutado en sorpresivo tiro raso, casi subterráneo, por debajo de la barrera defensiva.
El tanto, evocador de su admirado Ronaldinho, acabó por desmoralizar al Girona, que acabó hipnotizado por ‘La Pulga’ en la carrera que supuso el cuarto de Suárez tras descarga del rosarino a Coutinho, asistente oficial.
Con el partido decidido, brasileño se soltó definitivamente en el segundo tiempo con un golazo al rincón tras caracoleo desde fuera del área, y Suárez recolectó su tanto número 20 al empujar un servicio franco de Dembélé.
Fuente: Reforma