En agosto del año pasado dediqué este espacio a comentar sobre los comicios que se llevarán a cabo este año (“Panorama electoral 2018, comentario muy preliminar”, 15 de agosto, 2017). Sin duda era un comentario muy preliminar. No solo porque faltaba casi un año para las elecciones -que en política es “una eternidad”-, sino que particularmente todavía no se sabían con claridad quienes iban a ser los candidatos presidenciales -hoy todavía precandidatos -, ni las coaliciones que se iban a forjar. Hoy que a pesar de que falta menos tiempo -seis meses, que siguen siendo “una eternidad” en política-, considero que puedo hacer un comentario ligeramente menos preliminar al respecto. En este sentido, voy a dividir lo que resta de la columna en cinco partes: (1) La magnitud de la elección; (2) las fechas críticas; (3) los temas que muy probablemente se encuentren en cada momento de la elección; (4) las encuestas; y (5) las campañas y los debates.
(1) La magnitud de la elección. La elección de este año será en la que se voten el mayor número de cargos de elección popular en la historia de nuestro país. Se van a elegir 3,406 puestos: Un presidente, 500 diputados, 128 senadores, 9 gubernaturas, 1,132 diputados locales y 1,636 ayuntamientos.
(2) Fechas críticas. El 12 de febrero es la fecha límite para que los partidos políticos registren a sus candidatos. El 19 de febrero será el último día en el que será posible que los candidatos independientes puedan entregar las firmas que recolectaron para apoyar sus candidaturas. Así, el 30 de marzo iniciarán las campañas, que deberán terminar el 27 de junio, para que las elecciones se lleven a cabo el domingo 1 de julio.
(3) Los temas que más se discutirán en la elección. En mi opinión, los cinco temas en los que se van a concentrar las discusiones en torno a la elección serán: (a) Corrupción; (b) seguridad pública; (c) políticas populistas; (d) situación económica; y (e) instrumentación de las reformas estructurales.
(4) Las encuestas. El año pasado las encuestas perdieron credibilidad significativamente. Sobre todo porque lo que el resultado que parecían indicar era contrario a lo que realmente ocurría. Trump, el Brexit, el proceso de paz de Colombia, etc. sorprendieron al mundo el año pasado. Sin duda las encuestas tienen sus temas. Para empezar, existen encuestas realizadas con metodologías serias y las que desafortunadamente o no son serias o tienen el objetivo de manipular. No obstante, aún las que se llevan a cabo por empresas serias con metodologías sólidas terminan siendo una fotografía del momento en el que se realizan, por lo que hay que darle seguimiento dinámico. Asimismo, es importante incorporar el intervalo de confianza estadístico, en donde bajo este criterio, realmente no hay diferencias significativas entre la intención de voto de dos o más candidatos cuando la elección se encuentra muy “cerrada”. Si bien esto puede complicar su interpretación, lo que con seguridad ocurre es que su poder de predictibilidad es menor, comparado con situaciones en donde la diferencia entre la intención de voto por los candidatos es mucho más amplia. Por todo esto, la recomendación es seguir encuestadores serios que siguen rigurosamente metodologías sólidas y consistentes.
(5) Las campañas y los debates. Lo que nos han enseñado los procesos electorales en la mayoría de los países es que las campañas importan. Si bien hay cambios en el tipo de anuncios que los partidos y candidatos podrán transmitir por medios masivos, como es el caso en donde el Instituto Nacional Electoral (INE) censurará los que incluyan un mensaje negativo de otro candidato, ésta será la primera elección en México en donde un porcentaje alto de personas que es elegible para votar (i.e. tiene credencial para votar vigente) tendrá acceso a redes sociales desde un dispositivo móvil. Considero que es muy probable que esto tenga un impacto importante. En este sentido, un problema es que la probabilidad de recibir “noticias falsas” (fake news) va a ser mucho más alta, por lo que el ciudadano tendrá que estar más atento para poder identificar lo que es verdad y lo que carece de fundamentos. Por último, otro tema que será muy relevante en mi opinión serán los debates. Si bien espero que el formato más flexible que se está proponiendo sea el que se instrumente, aún el formato “tradicional” y “acartonado” puede marcar diferencias importantes en la intención de voto.
En resumen, considero que estos son los factores básicos que se pueden analizar por el momento. Quedo a la espera de la confirmación de candidatos, así como de la publicación de sus propuestas, para intentar analizarlas de manera objetiva y así continuar dando seguimiento a los resultados de encuestas bien realizadas.
* El autor es director general adjunto de Análisis Económico y Relación con Inversionistas de Grupo Financiero Banorte y presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF.
* Las opiniones que se expresan en esta columna no necesariamente coinciden con las del Grupo Financiero Banorte, ni del IMEF, por lo que son responsabilidad exclusiva del autor.
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