El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, destacó hoy la necesidad de combatir el terrorismo, al comenzar en Egipto una gira por países del Medio Oriente, la primera que realiza a la región desde que el presidente Donald Trump reconoció a Jerusalén como capital de Israel.
Pence llegó este sábado a El Cairo, capital egipcia, y se reunió con el presidente del país, Abdel Fattah Al-Sisi, con quien discutió las relaciones bilaterales entre ambas naciones, así como asuntos regionales.
Durante su breve visita a El Cairo, el funcionario estadounidense abordó la «necesidad compartida de combatir el terrorismo y asistir a las minorías religiosas perseguidas».
La visita del vicepresidente a Medio Oriente estaba originalmente programada para el pasado 20 de diciembre. Sin embargo, se retrasó después de la controversia en torno a la declaración del presidente Trump de reconocer a Jerusalén como capital de Israel, lo que provocó el repudio de los palestinos.
La llegada de Pence a la región incluye también visitas en Jordania e Israel, donde pasará los últimos dos días de su viaje para participar en conversaciones bilaterales con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y con el presidente Reuven Rivlin.
También hará declaraciones en la Knesset (Parlamento israelí) y visitará la Yad Vashem, institución construida en memoria de las víctimas del Holocausto, y el Muro de los Lamentos, según una declaración emitida por la Embajada de Estados Unidos en Tel Aviv.
«El vicepresidente viaja a Medio Oriente para reafirmar nuestro compromiso de trabajar con los aliados de Estados Unidos en la región para derrotar al radicalismo que amenaza a las generaciones futuras», indicó la oficina de prensa de Pence.
A principios de diciembre pasado, Trump declaró a Jerusalén como capital de Israel y dio órdenes para transferir la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a esa ciudad.
La medida dio lugar a controversia y rechazo en todo el mundo, especialmente en los países musulmanes, donde se llevaron a cabo varias manifestaciones contra la decisión estadunidense.
Fuente: Crónica