México busca que el chile, uno de los ingredientes más reconocidos de su gastronomía, tenga su propia denominación de origen para los jalapeños y el chipotle enlatados en la actualización del convenio comercial con la Unión Europea y así defenderse de los productos «pirata».
La Unión Europea, especialmente España, se ha convertido en un mercado importante, y al alza, de este producto autóctono mexicano que hoy tiene competidores de otros países como Turquía, China o Perú, que a menudo confunden al consumidor.
En los productos que entran a Europa no vas a encontrar a un jalapeño que ponga turco, chino o peruano. Lo especifica en la etiqueta como marca la legislación, pero en letra pequeña y luego ponen fotos de un jalapeño con un sombrero mexicano. Es como un producto pirata», señaló a EFE el titular de la Cámara Nacional de la Industria de Conservas Alimenticias (Canainca), Jonás Murillo.
Según esta asociación, que agrupa a cerca de cuarenta importantes empresas de producción y empaque de alimentos procesados como Grupo Herdez o La Costeña, cada año se exportan productos de chile envasados a la UE por 170 millones de pesos (unos 9 millones de dólares).
Con el acuerdo del 2000 no hay reconocimientos mutuos, sí en denominaciones de origen, pero no indicaciones geográficas como tal no tienen reconocimiento ni aquí ni allá. Y entonces el chile hasta ahora no entraba», explicó Murillo.
En México se producen al año 2.3 millones de toneladas de chile, en sus distintas variedades, con un valor que rebasa los 22,500 millones de pesos (unos 1,200 millones de dólares), según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
Desde que la gastronomía mexicana fue reconocida Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2010, creció la exportación hacia Europa, que se está convirtiendo en un «mercado importante», resaltó el experto.
Entre los principales mercados del chile enlatado sobresale España. «El consumo va creciendo, teniendo en cuenta que en España hay poco inmigrante mexicano. Es porque se ha puesto de moda», destacó.
Ante la petición de parte de la UE de reconocer en México ciertos productos regionales, el chile jalapeño y chipotle podrían servir de contrapartida a las demandas europeas.
La negociación la encabeza la Secretaría de Economía, pero antes de mover ficha la Canainca aseguró ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) que ambos productos podían ser indicación geográfica.
La propuesta está sobre la mesa y se encuentra debatiéndose junto con otros productos a la espera de una resolución global.
Salvando las diferencias, este debate acerca de un producto típico recuerda la controversia destapada hace unos días en torno al reclamo de la UE de que no se utilice el nombre de medio centenar de quesos.
En este sentido, el queso manchego es el que representa el mayor conflicto. Mientras que en España este nombre corresponde a una denominación de origen de la región de Castilla-La Mancha, en México se emplea este mismo término para un producto diferente.
Pese a estos escollos, la negociación avanza ante un México que ansía llegar a una actualización de este convenio que refleje su espíritu aperturista y diversificador.
En contraste con la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), cuya sexta ronda se celebra estos días en Canadá, que parece mucho más encallada por las continuas negativas del jefe de la Casa Blanca, Donald Trump.
Este martes la Comisión Europea (CE) dijo que espera sellar la actualización del acuerdo antes de que comience en México la campaña para las elecciones presidenciales, el próximo 1 de marzo.
e vigencia del TLCUEM, el intercambio comercial entre México y la Unión Europea se triplicó, al pasar de 20,800 millones de dólares a 61,700 millones de dólares.
No obstante, esta es una cifra menor, pues el intercambio comercial entre México y Estados Unidos, el principal socio comercial de este país, se colocó en alrededor de 480,000 millones de dólares anuales en 2016. (Excélsior)