Rafael Cardona, en su Cristalazo, recordó que las encuestas en sus mejores momentos pueden reflejar una circunstancia de ese día; por lo que alguien las ha llamado «retratos del momento».
Por ello no deberían ser tomadas más que como una llamada de atención para quien está haciendo las cosas mal y un recordatorio de no confiarse a quienes van bien.
Por ello, las encuestas que comienzan a colocar a Meade en tercer lugar de las preferencias deben caer como balde de agua fría, pero sobre todo, deben servir para corregir lo que va mal.