Los principales partidos independentistas catalanes acordaron anoche con Carles Puigdemont –el ex presidente catalán expulsado y refugiado en Bruselas–, que éste sea el nuevo gobernante de la Generalitat. Pero hay una salvedad. Mientras la formación del ex «president» asegura que ya está garantizada la investidura, las filas de Esquerra Republicana admiten que aún deben examinar la manera legal de llevar esto a cabo.
Puigdemont y Marta Rovira, secretaria general de Esquerra Republicana, el mayor partido independentistas catalán, llegaron anoche al acuerdo de investidura durante una cena en Bruselas. Pactaron la voluntad de devolverle la presidencia al «president» depuesto, pero no saben cómo hacerlo. Si Puigdemont pisa España será detenido. Está acusado de sedición y rebelión, además de malversación de fondos, delitos que le valdrían hasta 30 años de prisión.
La formación de Oriol Junqueras, quien está preso en una cárcel de Madrid acusado de los mismo delitos de Puigdemont, no quiere precipitarse con la investidura y va a estudiar con sus servicios jurídicos si las propuestas de «Juntos por Cataluña» (de Puigdemont) son viables. Además, también tendrán en cuenta la opinión de los letrados del Parlament.
Una opción es que Puigdemont jure como presidente vía Skype o a través de un delegado, es decir, otro diputado de su formación lea su discurso en el seno del Parlamento.
Puigdemont, que está en Bruselas desde que fue destituido de la presidencia en octubre por el intento de independizar a la comunidad autónoma de España, podría ser detenido en cuanto vuelva al país. Igual insiste en que la mayoría separatista en el parlamento lo nombre a pesar de su ausencia.
Las normas del parlamento catalán son ambiguas sobre esa posibilidad, pero la oposición unionista afirma que un presidente no puede gobernar desde el extranjero.
«Es evidente para todo el mundo que para gobernar en Cataluña hay que estar en Cataluña. Eso no se puede hacer ni por WhatsApp ni por Skype ni por un holograma», afirmó Inés Arrimadas, líder del partido contrario a la independencia Ciutadans (Ciudadanos). «Una personas que está huida de la justicia y no vive en Cataluña no puede ser presidente de Cataluña».
Los dos partidos (Esquerra y Juntos por Cataluña) suman 66 de los 135 escaños de la cámara autonómica y podrían sumar el apoyo de cuatro legisladores antisistema.
Sin embargo, el dominio de los independentistas sobre la cámara depende de legisladores prófugos o encarcelados que no podrán votar a menos que sean puestos en libertad o cedan sus escaños a otros miembros del partido. El nuevo presidente puede formar gobierno con una mayoría simple al segundo intento.
Tras la intervención de Cataluña por su declaración unilateral de independencia, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, convocó elecciones regionales para el 21 de diciembre.
Aunque Ciutadans (Ciudadanos) fue el partido más votado, las esperanzas de Rajoy de que los separatistas perdieran apoyo en las urnas se vieron frustradas.
Los independentistas se están quedan sin tiempo para definir un gobierno. La sesión de apertura del parlamento catalán es el 17 de enero. Es el presidente de la cámara quien cita a un candidato para encargarle que forme un gobierno en los días posteriores.
Pero sí éste, quien fuera, no lo logra. Deberán llamarse a nuevas elecciones.
Sucesivos sondeos muestran que la mayoría de los catalanes quiere el derecho a decidir su futuro, pero están divididos a la mitad sobre la cuestión de la independencia.
Fuente: Clarín