En el arranque de 2018 hay productos de la canasta básica que registran incrementos significativos en su precio respecto al inicio del año pasado, como, por ejemplo, el huevo, jitomate y el gas licuado de petróleo (LP), de acuerdo con el registro de precios de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Mientras que en enero de 2017 el precio máximo del kilo de huevo era de 24 pesos, a la fecha el producto a granel en la Ciudad de México y Área Metropolitana promedió en 34 pesos, un incremento de 34%, mientras que el paquete de 12 blanquillos se comercializó en alrededor en 26.88 pesos. Sin embargo, los mayores incrementos se registraron en los precios del gas LP, porque a principios de 2017 el tanque de 20 kilos se vendía en promedio en 315.5 pesos, y para el presente mes subió más de 24%, a 391 pesos.
En 2017 la Profeco informó que el precio promedio del kilo de aguacate fue de 42.74 pesos; de la cebolla, 31.28 pesos; el jitomate, 20.44, y la bolsa de dos kilos de azúcar se vendía en 49.56, mientras que el limón tenía un costo de 23.69 pesos.
En un reporte sobre los últimos días de diciembre pasado y los primeros de 2018, la procuraduría informó que el limón agrio sin semilla se vendió en promedio en 21.68 pesos por kilo, con un máximo de 31.80 y un mínimo de 15.90 pesos. En tanto, el limón con semilla de Colima tuvo un precio promedio de 25.37 pesos, con un rango de entre 16 a 37 pesos por kilo.
El azúcar morena de dos kilos se vendió en 49.90 pesos en promedio, con un rango mínimo-máximo de 40 a 56.50 pesos. En tanto, el endulzante en su versión refinada se comercializó en 56.30 pesos, con un rango de 42.90 a 62 pesos.
Además, el jitomate bola se vendió en promedio en 41.53 pesos y el saladet en 35.79, con precio mínimo de 20 pesos y el máximo es de 43.50, según un sondeo realizado por Profeco del 29 de diciembre al 3 de enero. En las mismas fechas, el aguacate hass tuvo un precio promedio de 45.45 pesos por kilo, con un máximo de 69 y mínimo de 30 pesos en tiendas de autoservicio y mercados.
En los últimos días de 2017 y en el inicio de 2018 la tortilla se vendió en un promedio de 11.49 pesos por kilo, de acuerdo con la Profeco, con un rango de entre 9.70 y 14 pesos, es decir, prácticamente el mismo nivel que registraba el producto hace un año. Si bien la tortilla no registra mayores variaciones hasta ahora, la Secretaría de Economía (SE) inició reuniones con representantes del gremio desde el jueves pasado, a fin de conocer la situación de los costos de producción. Luego de iniciar el diálogo, los empresarios decidieron no subir el precio de sus productos temporalmente tras una reunión con autoridades en la cual recibieron la promesa de ayuda para mantener los costos a raya, de acuerdo con Reuters.
Los productores habían advertido esta semana que en los próximos días podrían subir hasta en 20% el precio de la tortilla ante los aumentos en insumos como el maíz, la energía y los combustibles. El subsecretario de Industria y Comercio, Rogelio Garza, dijo que en la reunión se «revisaron las condiciones del mercado y vimos cómo podríamos encontrar mecanismos que ayuden a ser más competitivos». (La Jornada)