Los New England Patriots, vigentes campeones de la NFL, defenderán el título frente a los Philadelphia Eagles en la Super Bowl LII que se disputará en el U.S. Bank Stadium de Minneapolis el próximo 4 de febrero. El partido será una reedición de la Super Bowl XXXIX. En aquella final, disputada el 6 de febrero de 2005 se impusieron los Patriots 24-21. Tom Brady será único jugador que repetirá trece años después. El quarterback de los Patriots aspira además a ganar su sexto anillo de campeón para convertirse en el único jugador de la historia de la NFL en levantar seis trofeos Lombardi.
En la final de la Conferencia Americana, los Patriots se impusieron a los Jacksonville Jaguars (24-20) después de ir casi todo el partido por detrás en el marcador. Los Jaguars, que ya habían dado la sorpresa eliminado a los Steelers en la ronda anterior, controlaron el partido, jugaron mejor y fueron casi siempre dos anotaciones por delante hasta los minutos finales. Pese a todo, en un sprint final sensacional, Tom Brady volvió a demostrar por qué es considerado el mejor quarterback de la historia. Dirigió dos series magistrales, salvando situaciones muy comprometidas, para conectar con Danny Amendola, que fue el otro gran héroe de la remontada tras anotar los dos touchdowns decisivos.
En la final de la Conferencia Nacional, los Eagles, que jugaban en su estadio, atropellaron a los Minnesota Vikings (38-7) gracias al gran trabajo de su defensa, que consiguió una intercepción retornada para touchdown y un balón robado que fue el origen del touchdown que rompió definitivamente el partido. Además, el ataque dirigido por el quarterback Nick Foles funcionó como un reloj. Los Eagles, que habían caído en las casas de apuestas después de que en diciembre se lesionara Carson Wentz, su quarterback titular, se han sobrepuesto a esa baja decisiva y han desarrollado un football extraordinario durante todos los playoffs. Eliminaron en la ronda anterior a los Atlanta Falcons, finalistas el año pasado, y han ganado con superioridad insultante a los Minnesota Vikings, que llegaban a este partido como favoritos.
Fuente: as.com