Claudia Luna Palencia
@claudialunapale
Hablemos del derrotero de la Unión Europea (UE) para los meses por venir: en definitiva, el Brexit seguirá dando la nota. La renuncia de Andrew Adonis como asesor del gobierno de la primera ministra Theresa May aduciendo que el Brexit es “un peligroso fraude nacionalista y populista, propio de Donald Trump” no es más que otra piedra en el camino rupturista de May que insiste en un Brexit duro al tiempo que ella sigue perdiendo votos, escaños y apoyos.
Tras un empantanamiento en las conversaciones del costo económico de la salida con la UE, finalmente acordó con Bruselas una compensación por 55 mil millones de euros… empero ella sigue insistiendo a los británicos que puede reducirla hasta la mitad.
Quedan muchos temas ríspidos en el caldero como qué pasará con Gibraltar y con la frontera de Irlanda del Norte además de la amenaza de Escocia de llamar a un referéndum envalentonada por el proceso secesionista de Cataluña con España.
Si bien hay día, hora y año marcado para la salida total del Reino Unido: el 29 de marzo de 2019 a las 23 horas, este año que recién inicia podría tener una sólida batalla entre los que rechazan el Brexit, mucho dependerá de las maniobras que los grandes bancos de inversión y corporativos de peso pesado realicen para cambiar su sede desde Reino Unido a otro sitio de la Unión Europea (UE).
No podemos obviar lo mucho que a los británicos encandila su propia monarquía, la boda del hijo menor de Diana de Gales es un buen distractor para el ciudadano promedio más apegado a las notas rosas, del papel couché, que a las consecuencias políticas.
Por su parte, España está absorta con Cataluña y ahora Tabarnia. La actualidad política seguirá condicionada por la retórica cansina y de mayor desafío para el gobierno del presidente Mariano Rajoy que ya fijó la fecha del 17 de enero para la sesión constitutiva del Parlament. Carles Puigdemont, virtual favorecido por las elecciones, se encuentra prófugo en Bruselas si entra a España será detenido porque pesa una orden de la justicia en su contra.
Sería ridículo que intentase investirse de forma virtual avalado por los independentistas, la posibilidad de unas nuevas elecciones en Cataluña sobrevuela por el horizonte mientras sigue la sangría económica en la región. La economía en recuperación podría verse afectada por una crecida de la incertidumbre sobre el futuro de Cataluña y el nuevo lío formado por la Plataforma por la Autonomía de Barcelona que pretende crear Tabarnia, una nueva comunidad autónoma uniendo a Tarragona y a Barcelona.
A COLACIÓN
Después están Francia y Alemania que son los países que tiran de la locomotora europea. Con un gobierno en funciones, Angela Merkel va contrarreloj buscando formar las coaliciones que le permitan investirse como canciller pero sobre todo gobernar con cierto margen de holgura sin estar en minoría. Es el mayor paréntesis en desgobierno en Alemania -desde las elecciones el pasado 24 de septiembre- este mes habrá un acercamiento entre la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) y los socialdemócratas.
De no seducirlos para una coalición, Merkel está emplazada de cara a Semana Santa (principios de abril) para presentarse a su investidura… si no habrá que convocar otras elecciones generales.
Para la Francia de Emmanuel Macron, el derrotero de 2018 pasa por continuar con la serie de reformas prometidas por él como candidato de En Marche!, para sanear las finanzas públicas galas con medidas de austeridad y recorte social que son sobre todo impopulares.
Macron ha tomado el báculo europeísta y pretende relanzar la Unión Europea (UE) en compañía de Merkel creando un nuevo conjunto de instituciones y proyectos para solidificar al club europeo.
El entramado europeo está lleno de obstáculos internos y externos mientras sus países miembros intentan recuperar la estabilidad económica en medio de un Estado de Bienestar en las sombras, políticamente se encuentran atemorizados por la crecida de grupos radicales tanto de izquierda como de derecha, antieuropeístas y xenófobos.
Este 2018 habrá votaciones que no precisamente aportarán estabilidad: Italia, la tercera economía del euro, tiene una cita frente a las urnas el 4 de marzo para las elecciones generales, el Parlamento quedó disuelto antes de concluir 2017, según lo ratificado por su presidente Sergio Mattarella.
Políticamente hablando se trata de una democracia que en promedio cada dos años cambia de primer ministro, una volatilidad derivada del descontento económico de los italianos. Los partidos populistas como el liderado por Beppe Grillo del Movimiento 5 Estrellas (M5S) tienen ante sí una oportunidad dorada por hacerse con el gobierno central.
Adicionalmente el club europeo otros pendientes: transformar el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) en el Fondo Monetario Europeo (en sustitución acreedora-financiadora como mecanismo de rescate del FMI).
Directora de Conexión Hispanoamérica, economista experta en periodismo económico y escritora de temas internacionales