Las regiones cañeras del país dejarán de percibir este año 150 millones de dólares, alrededor de 3 mil millones de pesos, como consecuencia del acuerdo que desde el año pasado regula las exportaciones de azúcar de México a Estados Unidos, señaló Carlos Blackaller, líder de la Unión de Cañeros de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR).
Recordó que el acuerdo azucarero establece que de las exportaciones mexicanas del dulce a ese país sólo se autoriza un máximo de 30 por ciento de azúcar refinada y el resto debe ser cruda, unas 800 mil toneladas. Esto significa que este tipo de dulce tiene menos valor agregado que el azúcar refinada, por lo que el valor de las importaciones será menor.
Ahora serán unos 3 mil pesos menos por tonelada, lo cual deja una merma de ingresos a la cadena productiva, hablamos de 6 mil millones de pesos, 300 millones de dólares, que se dejarán de obtener. El productor dejaría de recibir entre 5 y 10 pesos por el precio de la tonelada de caña, esto significa 150 millones de dólares y afecta no sólo al cañero, sino a la región, indicó.
En entrevista detalló que la producción nacional es de 6 millones de toneladas, el consumo nacional es también de 6 millones, pero 1.5 millones son de alta fructosa de maíz, la cual se importa del vecino del norte, y 4.5 millones son de azúcar.
Precisó que para la zafra de 2017-2018, tras cubrir la demanda interna de 4.5 millones de toneladas, el excedente de azúcar será de alrededor de 1.6 millones de toneladas, de ellas al mercado mundial irán unas 150 mil toneladas y las industrias que compran el dulce para productos de exportación se llevarán otras 300 mil toneladas, entonces quedan 1.1 millones de toneladas que se irían al mercado estadunidense; la producción se coloca, pero en mercados de menor valor al que se podría vender.
De la actividad cañera dependen 180 mil productores y operan 50 ingenios ubicados en 15 estados, además de que genera 500 mil empleos directos y son 230 municipios en los que incide esta actividad.
Blackaller recordó que desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte comenzó la entrada al país de la alta fructosa de maíz, la cual poco a poco fue desplazando al azúcar hasta llegar a 1.5 millones de toneladas, con las que actualmente abastece al mercado interno y uno de los principales consumidores es la industria de refrescos.
Recordó que el crecimiento del consumo de alta fructosa en el país se detuvo con el impuesto a los refrescos que se estableció entre 2003 y 2007. Aún con las afectaciones que ahora se prevén con el acuerdo firmado el año pasado entre los gobiernos de México y Estados Unidos, fue la menos mala de las soluciones, pero si nos remitimos al tratado original, México no tenía restricción, en cantidad, en la exportación de azúcar a Estados Unidos. (ANGÉLICA ENCISO L. LA JORNADA)