Tres reos muertos y 10 heridos, tres de ellos con lesiones leves, es el saldo que dejó una riña que se efectuó al interior del penal estatal Venustiano Carranza la tarde-noche de ayer lunes y que pudo ser controlada alrededor de las 7:30 de la noche, hora local. De inmediato ingresaron paramédicos y llevaron a los heridos a recibir atención médica pertinente.
La Secretaría de Seguridad Pública del Estado emitió un comunicado en el que puntualizó que los fallecidos fueron heridos con armas blancas, las cuales son fabricadas por los mismos presos y se conocen como “puntas”.
Los fallecidos son: Sergio Ortega Vergara, Salomé Trinidad Barragán y Jesús Humberto Escobar.
Para controlar la riña, los custodios utilizaron gas lacrimógeno en cantidades amplias ya que la nube del gas salió del penal y alcanzó a llegar a parte de la Universidad Autónoma de Nayarit, donde alumnos del turno vespertino salieron de las aulas cubriendo su boca y nariz con algún suéter o parte del uniforme, de igual forma transeúntes que pasaban por la banqueta frente al centro de internamiento refirieron ardor de ojos y nariz, así como accesos de tos.
Y es que el penal está ubicado en una zona sumamente céntrica, y en contra esquina de la citada universidad, además de estar rodeado de colonias populares.
Se conoce además que algunos internos tienen quemaduras provocadas por agua hirviendo. Luego de tomar el control las autoridades iniciaron el pase de lista para detectar si hubo alguna fuga, quedando descartada tal posibilidad.
Y en otro hecho de violencia, la madrugada de este martes, los cuerpos de dos hombres completamente desmembrados, se localizaron en la colonia Lindavista al poniente de Tepic, un reporte ciudadano avisó al 911 que por la calle Monte Olimpo había dos personas fallecidas.
Al arribo de las autoridades se constató, que los cuerpos estaban hechos trizas y tenían sobre ellos, una cartulina en color verde con un mensaje.
Los occisos fueron trasladados al Servicio Médico Forense para el reconocimiento posterior de cada uno de ellos.
Fuente: La Jornada