Vitaly Mutko, un funcionario de gobierno ruso acusado por denuncias de participación en el dopaje, renunció temporariamente a la presidencia de la Unión Rusa de Futbol.
Se trata aparentemente de una maniobra para defenderse de las críticas internacionales cuando Rusia se apresta a ser sede del Mundial 2018.
Agencias noticiosas rusas informaron el lunes que Mutko suspendió sus actividades como presidente durante un semestre y Alexander Alayev fue designado como su sucesor. Mutko conserva la tarea de viceprimer ministro a cargo de supervisar los deportes.
Investigaciones de la Agencia Mundial Antidopaje y el Comité Olímpico Internacional alegan que Mutko participó de un programa de dopaje auspiciado por el estado durante las Olimpíadas de Invierno 2014 en Sochi. El funcionario, que fue ministro de deportes durante los juegos, ha rechazado todas las denuncias.
Fuente: Excélsior