El gobernador Jaime Rodríguez Calderón afirmó que podría quedarse como novia de rancho “vestido y alborotado”, si el Congreso de Nuevo León decide no otorgarle la licencia al cargo, que se votará este viernes y que este jueves ya fue aprobada en comisiones.
Asimismo, ante los cuestionamientos de consejeros del INE sobre la opacidad en sus gastos para recopilar firmas, señaló que en su momento aclarará todo y “si quieren que demuestre el alimento de mi caballo, también lo demuestro”.
Entrevistado después de acudir a una ceremonia de graduación de 300 jóvenes de preparatoria en sistema abierto, como parte de un programa entre la UANL y el gobierno del estado, “El Bronco” reconoció que incumplió su promesa de no “chapulinear” y ofreció disculpas a líderes empresariales que cuestionaron su decisión, pero dijo que si alguien le quiere entrar “con mucho gusto me hago a un lado”.
Expresó que está pagando con el rechazo de esa gente que no votará por él, porque no pudo cumplir ese compromiso, “pero es una lucha noble para que mis hijos estén orgullosos de su papá».
Luego, cuando la reportera de un medio local recordó que también había ofrecido renunciar a la gubernatura si buscaba la presidencia, señaló, “eso quisiera tu periódico, pero se joden, no voy a renunciar, también ayer le ofrecí a mi vieja llevarla al cine y no lo hice»
«Tu periódico no es el dueño de la voluntad de nadie”, añadió.
Cuestionado sobre las advertencias del consejero del INE, Marco Antonio Baños, sobre la posibilidad de negarle el registro por la opacidad y no reportar a tiempo sus ingresos y egresos para conseguir firmas, “El Bronco” dijo: “parece que ese consejero es nombrado por los partidos, no estoy incumpliendo la ley. Lo que debe de hacer es quedarse callado. Si también quieren que demuestre el alimento de mi caballo, también lo demuestro”.
En su mensaje a los estudiantes comentó que en 2012, después de terminar como alcalde de García, había decidido dejar la política y que los mexicanos continuaran con “la pata en el pescuezo”, pues él había hecho lo que le correspondía a costa de la muerte de su hijo mayor y el secuestro de su hija menor (que él mismo en distintas entrevistas ha reconocido que no ocurrió, pero creyó que estaba secuestrada), y, aseguró, que a él mismo lo intentaron matar varias veces.
El costo fue mayor, dijo, pero venció a la delincuencia, y gracias a ello hoy puede ir a un Oxxo en García y le regalan lo que quiera “un seis de Tecate, unos chicharrones y una caguamona”.
Fuente: El Universal