El priista Miguel Ángel Riquelme Solís rindió protesta este viernes como nuevo gobernador de Coahuila, a más de cinco meses de los comicios estatales del pasado 4 de junio.
Apenas el pasado 24 de noviembre, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) declaró la validez de los comicios y confirmó la entrega de constancia de mayoría a favor de Riquelme Solís, tras la impugnación de los resultados de las elecciones por parte de los partidos Acción Nacional (PAN), del Trabajo (PT) y Morena.
Lo anterior, luego de que tras la electoral del 4 de junio, donde los coahuilenses salieron a votar para elegir un gobernador, 38 alcaldes y 25 diputados, el abanerado del PAN, Guillermo Anaya Llamas, impugnó los resultados ante el Instituto Electoral de Coahuila (IEC) por considerar que hubo diversas irregularidades.
De acuerdo con el IEC, Riquelme Solís, candidato de la coalición Por un Coahuila Seguro, conformada por PRI, PVEM, Nueva Alianza, Partido Joven, Socialdemócrata Independiente, Partido de la Revolución Coahuilense y Campesino Popular, logró una suma de 482 mil 891 votos.
En tanto que Guillermo Anaya Lamas, de la Alianza Ciudadana por Coahuila, integrada por Acción Nacional, Encuentro Social, Primero Coahuila y Unidad Democrática de Coahuila, obtuvo 452 mil 031 votos, informó el IEC.
La diferencia de votos entre Riquelme Solís y Anaya Llamas fue de 30 mil 860 votos, con la instalación del 99.8 de las casillas en la entidad y el cómputo del 100 por ciento de las mismas.
Al conocer los resultados y tras que el IEC entregó la constancia de mayoría a Riquelme Solís, su triunfo fue impugnado por el candidato de la Alianza Ciudadana por Coahuila, encabezada por Anaya Llamas.
La impugnación fue respaldada además por los integrantes del Frente por la Dignidad de Coahuila, conformado por el ex candidato de Morena, Armando Guadiana, y los ex aspirantes independientes Luis Horacio Salinas y Javier Guerrero.
Los ex candidatos denunciaron que el priísta sobrepasó el gasto de campaña, realizó la compra de votos y que además hubo intromisión del gobierno de Coahuila.
En la sentencia del TEPJF se analizaron los agravios relacionados con la supuesta inelegibilidad del candidato que obtuvo el mayor número de votos; la falta de imparcialidad de funcionarios de mesas directivas de casilla; la ausencia de representantes en casillas.
Asimismo, la vulneración al principio de neutralidad por parte de los funcionarios del gobierno estatal y la cobertura mediática desigual, entre otros, determinando que en todos los casos, las irregularidades señaladas no quedaban acreditadas a partir de las pruebas aportadas por los actores.
Respecto del supuesto rebase de tope de gastos de campaña, el Pleno determinó que no se actualizaba la causa de nulidad genérica de elección que fue invocada, porque el candidato de la coalición no había rebasado los topes de gastos establecidos.
Fuente: Crónica