Rafael Cardona, en su Cristalazo, consideró que la Ley de Seguridad interna presenta muchas ambigüedades sobre el uso de la fuerza, por ejemplo, las cuales se pueden corregir, pero por la naturaleza del ordenamiento, era muy necesarias.
Pero, en este momento, estamos igual que hace un año, falta que termine el proceso legislativo, pero incluso aun cuando se promulgue, no podrá entrar en operación, porque será la Suprema Corte de Justicia de la Nación quien tenga la última palabra.