Medio Ambiente

La suerte de la Vaquita, nadie la desea. V Por Rodrigo Navarro

Publicado por
José Cárdenas

Rodrigo Navarro

 

 

 

El interés científico por estudiar a la vaquita marina, (Phocoena sinus) fue creciendo y conforme se obtenía información, los científicos supieron que se encontraban ante una especie en peligro de extinción. Una población reducida, una especie endémica con distribución restringida y las mermas en su población debido a la evidencia de su muerte accidental en redes de pesca. La suerte de la vaquita será asociada siempre a la pesca.

 

Desde los años 90 la comunidad científica internacional se interesó en el rescate de la vaquita. En 1996 se crea el Comité Internacional para Recuperación de la Vaquita Marina, CIRVA. En 1997 el primer crucero que se realizó para estudiarla concluyó que eran 567 individuos y que no bastaba la prohibición de pesca de totoaba, (Totoaba macdonaldi) establecida en 1970 porque, aunque la pesca de esta causaba su muerte accidental, no era el único arte de pesca. La causan todas las redes agalleras y de arrastre en el golfo del Alto California en donde vive la marsopa. Pesquerías de camarón, curvina, totoaba y otras especies en una zona donde la pesca es la principal actividad económica.

 

La pesca ilegal ha abandonado cientos de redes en el mar, provocando mortandad no solo de vaquitas, también tiburones, mantarrayas, incluso ballenas y crustáceos. Recoger estas redes ha sido parte de la estrategia. Se retiraron 916 redes y equipos de pescar de mayo 2016 a abril 2017. (Informe CIRVA-9. 2017).

 

Luis Fueyo McDonnald, en conjunto con el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, FMCN proponen un programa para transitar de un modelo dominante de actividad económica basada en la pesca hacia un modelo diversificado (turismo, deporte, artesanías, acuacultura, servicios, etc.) donde la pesca pierda preponderancia. Esto implicaría una inversión del gobierno de $2,322 millones de pesos por parte del gobierno federal para generar una derrama de 4,360 millones de pesos. Siempre y cuando es que la inversión sea efectiva, transparente y con mecanismos de supervisión por comités mixtos. (Revista Simbiosis, Agosto 2017).

 

El Dr. Alexander Pyron de la Universidad George Washigton, en Wash. D.C. escribió un artículo llamado No necesitamos Salvar a las Especies en Peligro, la Extinción es parte de la Evolución. El Dr, Pyron es especialista en modelos teóricos y aplicados sobre estadística filogenética (las relaciones evolutivas de las especies). La historia de la vida es una historia de extinción. El 99.9% de las especies que han existido han desaparecido. La desaparición de especies es algo natural. En algún momento la extinción masiva de especies acabó con el 95% de los seres vivos en ese momento. Esto sucedió hace 251 millones de años en la llamada Cuarta Gran Extinción. Ha habido cinco grandes extinciones: la del Ordovícico, Devónico, Pérmico, Triásico y Cretácico. Los humanos estamos creando en el antropoceno, la sexta gran extinción masiva. Una extinción producida por acción del ser humano en el periodo geológico del hombre.

 

Quizás por ello una manera de expiar nuestras culpas y remordimientos es hacer este tipo de esfuerzos como el programa de recuperación de la vaquita marina. Coincido con el director del programa de recuperación, VaquitaCPR el Dr, Lorenzo Rojas que hay que hacer todo lo que sea necesario para evitar la extinción de este cetáceo carismático, pero también indicador de la salud de ecosistema del Alto Golfo de California.

 

Pyron establece en su artículo que “el impulso de conservar en nombre de la conservación ha sido tomado sin pensar, sin soporte y con una innecesaria urgencia. La extinción es la maquinaria de la evolución. En efecto estamos alterando el ambiente y al hacerlo afectamos a otras especies. Pero somos también parte de la biósfera y sufriremos las consecuencias naturales por nuestras acciones” “Conservar especies que hemos contribuido a matar pero de las que no depende nuestra supervivencia, sirve para lavar nuestras culpas, pero solo para ello”, escribe el biólogo.

 

Nuestra preocupación no debería ser cuidar a las especies silvestres, esas están muy bien sin nosotros. A las únicas creaturas que debemos conservar es a nosotros, al Homo sapiens. Estamos conduciendo al planeta hacia una sexta extinción masiva pero la Tierra se va a recuperar y después por otras razones habrá una séptima.

 

Este artículo nos sirve para tratar de hacer una reflexión sobre preguntas que hemos estado haciendo estos últimos 30 días: ¿vale la pena salvara a la vaquita? No tengo la menor duda que sí. ¿Sirve de algo gastar tanto dinero para su programa de conservación? También creo que sí. Ha generado importante información científica que ha llevado a toma de decisiones como la creación de la Reserva de la Biosfera del alto Golfo de California, el refugio para la protección de la Vaquita, mejores prácticas y artes de pesca, etc.

 

El problema viene cuando no hay transparencia por parte del recurso que el gobierno federal, aunque reconocemos que la mayor parte del recurso utilizado no viene de nuestros impuestos sino de donaciones principalmente de la comunidad internacional y que administra el CIRVA directamente. Pero la parte del gobierno mexicano que no es menor ha desaparecido de las páginas de la SEMARNAT ante el inminente fracaso del programa de rescate y recuperación que se sabía de antemano era una misión prácticamente imposible.

 

El Dr. Carlos García Sáenz de Nanclares hace un análisis en Simbiosis la Revista del Colegio de Biólogos, en el número dedicado a la vaquita sobre parámetros como la dinámica poblacional, la población mínima viable y un análisis de viabilidad poblacional.

 

Escribe: “La pérdida de estructura social en poblaciones pequeñas la hace inviables debido a que por debajo de un número mínimo de individuos se destruye la estructura social de la población y finalmente el efecto Allee o Densodependencia inversa, donde poblaciones muy dispersas pueden ser incapaces de encontrar pareja si la densidad de población cae por debajo de cierto punto.

Después de revisar estos conceptos y métodos que han sido aplicados en otras especies, es posible afirmar que el futuro de la vaquita es la extinción, espero equivocarme”.

 

El mismo CIRVA y los integrantes de VaquitaCPR reconocían de antemano esta dificultad, pero es mejor que sentarnos a esperar con los brazos cruzados a que la vaquita se extinga. Coincido con ellos.

 

Las condiciones socio económicas de la comunidad, la explotación sistemática y sin bases científicas de los recursos pesqueros en la región; la corrupción, los permisos de pesca industrial a japoneses, chinos y americanos. A pesar de ser la zona más vigilada de México a decir del Almirante Romel Ledezma comandante de la zona Naval en BC, existe la pesca furtiva y el involucramiento del crimen organizado produce cientos redes fantasmas y en activo, además que las bajas penalizaciones que los instrumentos de ley conllevan hacen que los pescadores tomen el riesgo. La alta productividad del buche de Totoaba en el mercado asiático, que las mafias de la droga se hayan involucrado en el tráfico de este.

 

La sexta gran extinción es inevitable, concluye Pyron. La única solución es moderar el consumo de recursos naturales y dejar de contaminar el suelo, el agua y el aire. La gran pregunta sería: ¿Cómo viviremos entonces, cuál será nuestra calidad de vida?

 

Al gobierno le es rentable “hacer como que hace” tanto al treparse en el tren de la conservación  y recuperación de la vaquita como en el decreto de Reservas como la Gran Reserva del caribe Mexicano (en el papel) y de Revillagigedo en donde de entrada coloca 6 embarcaciones para cubrir medio millón de hectáreas. La experiencia le demuestra a la CONANP que una superficie 100 veces menos como el Parque Nacional Arrecifes de Cozumel 6 embarcaciones no son suficientes para cuidarla. Es pura demagogia y pararse el cuello ante la comunidad internacional. Lo malo, el uso de la imagen de Sylvia Earle por el gobierno de Peña Nieto al anunciar el nuevo Parque Nacional.

 

Como planteábamos en la segunda entrega de esta serie esto es Fuenteovejuna, todos a una. Es por ello que la vaquita al extinguirse será un símbolo de nuestra actitud como país ante el uso y consumo en exceso de nuestros recursos naturales. De la inacción de nuestro gobierno que solamente le ve el signo de pesos al capital natural de todos los mexicanos y cómo nosotros se lo permitimos.

 

Ya que el programa VaquitaCPR se considera una expiación de nuestros pecados ambientales. Somos todos responsables como dicen los católicos por palabra, obra y sobre todo omisión.

Compartir:
Compartir
Publicado por
José Cárdenas