Se acabó la espera de casi medio siglo: ¡habrá Final regia! y la ciudad de Monterrey ya ingresó en un estado único de ebullición como nunca antes en la historia del futbol profesional mexicano.
Un Rayados auténtico se encargó de aceptar la invitación que el sábado ya le había extendido Tigres. Aplastó al Morelia con un 4-0 (en la Vuelta de la Semifinal (5-0 global) y se puso de frente de cara al Clásico, tan soñado como merecido para definir al mejor del Apertura 2017.
Porque si hubo dos equipos en el torneo que fueron una máquina de tumbar rivales fueron precisamente los dos primeros de las posiciones y la lógica no falló.
Productividad al máximo y jerarquía a pleno tanto Rayados como Tigres para desafiarse en una de las Finales más estridentes que se recuerde en la Liga.
Será el próximo jueves en el Universitario cuando los regios comiencen a buscar una nueva corona. El domingo en el BBVA Bancomer se conocerá si Rayados consigue su quinta estrella o si Tigres estampa la sexta. Una Final, incluso, llena de condimentos entre gloria y paternidad.
A Rayados le faltaba liquidar la serie y lo hizo sin tanto trámite con un implacable Rogelio Funes Mori en plan matón –firmó un hat trick-. Le alcanzó un tiempo para imponer la autoridad vía su mejor arma: la contundencia y lo liquidó.
Y lo hizo frente a un Morelia cuya autodestrucción llegó tan pronto se descuidó de la letalidad del cuadro de Antonio Mohamed. A los 9’, Rogelio Funes Mori recibió un larguísimo pase del portero Hugo González y facturó.
Enseguida, un claro penal de José María Basanta –mano deliberada- marcó un antes y un después. Fue el penal de la fractura total del Morelia. Raúl Ruidiaz le anunció su disparo a González y este se lo detuvo.
De ponerse 1-1 y aspirar a la remontada, Morelia se derrumbó, porque un par de minutos más tarde, al 21’, Gabriel Achilier interceptó desde atrás a Funes Mori en el área y provocó un penal. El uruguayo Carlos Sánchez la clavó en un ángulo.
Con triunfo, clasificación asegurada y espacios, Rayados lo despedazó al Morelia. Carlos Sosa regaló el 3-0 cuando atacó mal un centro y Funes Mori no perdonó al 29’. En menos de media hora, Rayados le avisó no a Morelia, sino a Tigres, que su puntería está intacta.
Quizás le sobró un tiempo al partido, pero no menos importante para una masa de aficionados ávida de gloria. La gente y el equipo saborearon una paliza que se estiró con un gol de cabeza de Funes Mori al 53’, para luego irse tremendamente ovacionado cuando salió de cambio al promediar el segundo tiempo.
El 4-0 confirmó que Rayados, el gran candidato al título, está en plenitud para esperar a un Tigres furioso en una Final que se anhelaba por allá desde 1974, cuando el primer Clásico Regio comenzó a construir una rivalidad icónica y desbordante como pocas.
Fuente: Vanguardia
1 comentario
Se lo merecen los Sefardi saben para que es el billete, son equipos de otra liga