El delantero peruano, Paolo Guerrero, fue suspendido por un año de todas las competencias luego de dar positivo por cocaína y no podrá jugar en el próximo Mundial, sentenció la FIFA.
La suspensión, retroactiva al 3 de noviembre, abarca “toda clase de partidos”, dijo el organismo rector.
Guerrero dio positivo para el “metabolito de cocaína benzoilecgonina” tras un partido contra Argentina por las eliminatorias sudamericanas el 5 de octubre.
El jugador puede apelar a la FIFA y luego a la Corte de Arbitraje del Deporte.
Guerrero fue uno de los goleadores de Perú, con cinco tantos, en las eliminatorias sudamericanas al Mundial 2018 en Rusia.
La FIFA lo suspendió provisoriamente mientras investigaba el caso, lo que le impidió jugar en el repechaje contra Nueva Zelanda, ganado por Perú.
Paolo Guerrero recibió con «extrema sorpresa y decepción» la decisión de la FIFA de suspenderlo por un año a pesar de que la propia entidad acepte que el jugador no usa cocaína, y anunció que apelará.
Las pruebas son contundentes y sumadas a la bajísima concentración del metabolito común a la hoja de coca no justifica bajo ninguna circunstancia esa decisión», afirmó su abogado, Pedro Fida.
Durante la audiencia en la que Guerrero fue citado a declarar por la FIFA en Zúrich, su defensa acreditó que la sustancia encontrada en su orina, por los bajos niveles encontrados en los análisis, fue fruto de haber ingerido un té contaminado con restos de hojas de coca en los días previos al partido disputado en Buenos Aires.
En la misma, la FIFA constató que la benzoilecgonina, principal metabolito de la coca hallado en los exámenes, no procede del consumo de cocaína.
«Estamos sorprendidos y decepcionados de la decisión de la FIFA, penalizando al atleta con un año de suspensión a pesar de que reconocieron que el jugador no usa cocaína», denunció Fida.
Ante este hecho consumado, el letrado indicó que apelarán al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS).
«Vamos a apelar esa decisión hasta la última instancia en búsqueda de justicia y en favor del juego limpio y del deporte justo».
Fuente: Excélsior