Francia se despidió de su máximo astro del rock durante más de medio siglo, al homenajear a Johnny Hallyday con una excepcional procesión fúnebre por la Avenida de los Campos Elíseos, un discurso presidencial y un desfile de motociclistas, todo bajo intensas medidas de seguridad.
Pocas figuras de la historia francesa se han ganado una despedida tan grande como la que recibió el hombre a veces apodado como el Elvis francés.
El propio presidente Emmanuel Macron fue un fan de Hallyday, como generaciones de muchos en el mundo francófono.
«Johnny fue de ustedes. Johnny era su público. Johnny era su país», dijo Macron a los fans reunidos en el centro de París para los eventos funerarios.
Hallyday, un ícono que llenó estadios y encendió al público con sus movimientos de cadera y sus canciones de alto voltaje, falleció el miércoles a los 74 años.
El rockero padeció cáncer de pulmón y en los últimos años sus problemas de salud llenaron titulares de prensa. Sin embargo, siguió actuando hasta hace apenas unos meses.
«Debió haber caído 100 veces, pero lo que lo sostuvo y lo levantó fue el fervor de ustedes, el amor que le trajeron», dijo Macron a los fans de Hallyday en las escaleras de la Iglesia Madeleine de París, refiriéndose a las enfermedades del músico y a su estilo extremo de vida.
Cuando Macron terminó su discurso, se escucharon gritos de «¡Johnny! ¡Johnny!» en medio de aplausos estruendosos. Los fans estallaron entonces cantando algunas de las melodías de Hallyday.
El cortejo fúnebre de Hallyday pasó por delante del monumento al Arco del Triunfo de Napoleón y descendió por la Avenida de los Campos Elíseos hasta la plaza de la Concordia, en el río Sena. Se trató de un honor reservado normalmente a jefes de Estado o grandes personalidades de la cultura, como el escritor del siglo XIX Victor Hugo.
Fuente: Reforma