El negociador jefe de la Unión Europea (UE) para el «brexit», Michel Barnier, afirmó hoy que el acuerdo definitivo sobre la salida del Reino Unido deberá estar terminado en octubre de 2018.
El político francés realizó esas declaraciones después de que este mismo viernes el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, recomendara pasar a la segunda fase de las negociaciones sobre la marcha británica, tras constatar «avances suficientes» sobre los derechos de los ciudadanos, la factura de la salida y la frontera norirlandesa.
«Necesitaremos tener la versión final del acuerdo de retirada preparada para octubre de 2018, en menos de un año», aseguró Barnier durante una rueda de prensa.
El excomisario francés coincidió en reconocer los progresos suficientes alcanzados en la primera etapa de las conversaciones entre Bruselas y Londres, y secundó iniciar el diálogo sobre la futura relación entre ambas partes si los jefes de Estado y de Gobierno apoyan la idea en el consejo del 14 y 15 de diciembre.
No obstante, subrayó que aún quedan pendientes «una serie de cuestiones» en la primera fase.
«Déjenme ser claro, todavía hay trabajo y negociación por hacer en una serie de cuestiones como la gobernanza de nuestro acuerdo o, por ejemplo, Euratom», señaló, además de resaltar que en la segunda etapa de las negociaciones se seguirá abordando la frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte.
Sobre los derechos de los ciudadanos, Bruselas y Londres se han comprometido a que todos los británicos llegados a la Unión Europea y comunitarios trasladados al Reino Unido antes del «brexit» puedan seguir viviendo y trabajando en las mismas condiciones.
Además, los miembros de una familia que no vivan juntos conservarán el derecho a reunirse en el mismo país.
En el caso de los hijos, tendrán esa posibilidad incluso si nacen después de la salida británica.
Asimismo, estas personas no perderán sus derechos a la asistencia sanitaria, a la jubilación y a otras prestaciones de la seguridad social.
El negociador jefe precisó que el acuerdo final de retirada se incorporará al Derecho británico y las cortes del Reino Unido tendrán la posibilidad de plantear cuestiones prejudiciales al Tribunal de Justicia de la UE sobre la interpretación del documento durante un plazo de ocho años.
En esos casos, las decisiones de la corte comunitaria serán vinculantes para los tribunales británicos.
«Son los jueces británicos quienes administrarán Justicia en el Reino Unido. En sus juicios, los tribunales británicos deberán tener en cuenta la jurisprudencia que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea haga tras el ‘brexit'», explicó.
Con respecto a Irlanda, Barnier reiteró que tanto el Reino Unido como los Veintisiete están dispuestos a evitar una frontera «dura».
«El compromiso del Reino Unido hoy nos da una garantía efectiva para evitar tal frontera dura. Salvo que se encuentre otra solución, el Reino Unido está firmemente de acuerdo en que Irlanda del Norte mantenga una total consonancia con las normas del mercado único de la UE y la unión aduanera», detalló.
Aseguró que, de ese modo, se protegerá el Acuerdo de paz del Viernes Santo, indicó que los residentes de Irlanda del Norte con nacionalidad irlandesa mantendrán los derechos que tienen como ciudadanos comunitarios y recalcó que el área de viaje común en la isla no desaparecerá.
En cualquier caso, destacó que en la segunda fase de las negociaciones deberá seguir tratándose la cuestión irlandesa.
Sobre el acuerdo financiero, explicó que se ha logrado un acuerdo sobre la metodología para calcular el precio del divorcio, pero prefirió no dar cifras concretas.
Fuente: Crónica