En tierra de ciegos el tuerto es rey
Para todos los que odian y temen al “mesías tropical”, les tengo muy malas noticias.
La última encuesta del año, realizada por Parametría de Francisco Abundis, confirma que si hoy fueran las elecciones Andrés Manuel López Obrador ganaría la presidencia de la República.
Es decir, la noticia es que no hay noticia…
Sin embargo, correr en el primer lugar podría resultar incómodo para el tabasqueño. Con la enrome ventaja que le da el conocimiento público, don López Obrador es el rival a vencer y hacia él apuntan las baterías del resto de los contendientes, incluido el poderoso aparato del sistema y sus recursos incalculables.
Por eso, la aparente comodidad del liderato del señor López puede convertirse en espejismo, de ahí su urgencia por recabar más y más simpatías en un escenario que lo ubica muy cerca de su techo electoral, es decir, que ya no va a crecer tanto y los demás, tal vez sí.
Eso explica por qué AMLO impone agenda, lo que mejor sabe hacer, e inventa soluciones “imaginativas”, aparentemente suicidas, como la unión de Morena y el PT con el Partido Encuentro Social (PES) que más parece una alianza del “aceite de ricino con el agua bendita”, como escribió en estas páginas el analista José Antonio Crespo.
En las prisas por ganar también pesan las promesas de amnistía a los narcos y las becas para los “ninis”, 2 millones 200 mil jóvenes que no estudian ni trabajan.
Todo suma…
A pesar de esos arrebatos locos, a decir de la “mafia del poder” que lo alucina, los candidatos del PRI y el “Frente” no han dado sustancia a sus pronunciamientos, como sí lo ha hecho el enemigo a vencer. Meade ha adoptado como programa las reformas de Peña Nieto y Anaya ha dado un buen paso adelante con el Ingreso Básico Universal, sin embargo, en ambos casos, esas ideas parecen insuficientes, lo cual explica que los dos aspirantes aparezcan relegados, por ahora, en la contienda.
Según los números de la encuesta de Parametría, la preferencia electoral “bruta” dispara a don AMLO, 8 puntos arriba de Anaya y 11 por encima de Meade.
La preferencia “efectiva” es aún más dramática: Meade, (26%), se ubica 16 puntos abajo de López Obrador (42%) y 6 detrás de Anaya (32%).
La Carta Paramétrica observa que el crecimiento de Morena ha sido paulatino desde enero del año que termina; que la renuncia de Margarita Zavala al PAN le pegó al blanquiazul y al “Frente” abajo de la línea de flotación, con 10 puntos, y que el PRI ahí la lleva, pasito a pasito… “despacito” como dice la canción.
Así termina 2017 e inicia 2018, con una elección marcada por la incertidumbre, con demasiados factores que delinean una historia repleta de sorpresas, donde apostar es imposible y pronosticar, una pérdida de tiempo.
En vísperas de nochebuena los tres principales aspirantes presidenciales desde luego no se desean feliz navidad, y menos feliz año nuevo, en el que se espera una guerra salvaje; sin cuartel.
EL MONJE OPTIMISTA: Deseo mucho gozo en estas fiestas, aunque suelo ser pesimista. Por eso, unos días de claustro, urgen y apetecen, no sin antes desear a los lectores frecuentes, toda suerte de fe, esperanza, caridad y confianza… no como marcas registradas por algún credo, sino como deseos libres de polvo y paja.