Dos hombres buscados por la policía británica luego de un incidente en un andén del metro que desató el pánico en el corazón del distrito comercial de Oxford Street de Londres, se entregaron a las autoridades para ser interrogados el sábado.
Los dos hombres, de 21 y 40 años, llegaron a la estación de policía voluntariamente después de que se implementara una búsqueda pública, informó la policía británica. Ambos fueron interrogados y por el momento sus identidades no se han dado a conocer. Tampoco se les han presentado cargos.
Las autoridades creen que los dos hombres tuvieron alguna especie de confrontación en el andén de la estación de metro de Oxford Circus el viernes por la tarde, haciendo que cundiera el pánico y reportes falsos de disparos.
Algunas personas resultaron lesionadas y nueve de ellas fueron trasladadas a hospitales, incluida una con heridas en una pierna, después del caos.
El pánico se apoderó rápidamente de la estación de metro Oxford Circus en uno de los días más ajetreados del año, pero después de evacuar dos estaciones del metro, la policía dijo que no hubo indicios de que se hubieran realizado disparos.
La respuesta pública ante el altercado, alimentada por publicaciones sin fundamento en las redes sociales sobre disparos, indicó cómo los londinenses tienen los nervios de punta en un año que ha sido testigo de numerosos ataques extremistas.
La policía de tránsito de Londres difundió la noche del viernes las fotografías de los dos hombres y pidió al público información sobre el incidente.
Inicialmente, la policía trató el incidente como un ataque terrorista y las redes sociales se llenaron de alarmantes reportes falsos sobre disparos en distintas locaciones.
Algunas personas resultaron heridas durante la estampida por salir de la estación de metro. Algunas de las principales tiendas abrieron como de costumbre el sábado a medida que las multitudes buscaban ofertas.
El nivel oficial de la amenaza terrorista en Gran Bretaña está fijado en «grave», lo que indica que los analistas de inteligencia piensan que la probabilidad de que ocurra un ataque es muy alta.
Fuente: Excélsior