La primera ministra británica, Theresa May, advierte hoy, en una artículo que firma en The Daily Telegraph, de que no tolerará ningún intento de “bloquear el deseo democrático del pueblo británico tratando de ralentizar o detener” el Brexit. El Gobierno presentó la noche del jueves una enmienda a la gran ley de salida de la UE, que se debatirá en el Parlamento la próxima semana, que insiste en que Reino Unido abandonará el club el 29 de marzo a las 23.00, al término del plazo de dos años que establece el artículo 50 del Tratado de Lisboa.
Al incluirla en una enmienda, en negro sobre blanco, el Gobierno forzará a los diputados más proeuropeos a expresar clara y públicamente si se oponen a la salida de la UE en la fecha establecida. La primera ministra, en su artículo en el diario conservador, advierte a los legisladores contra la tentación de utilizar la tramitación de la ley para entorpecer el proceso de salida. Se trata de un desafío directo a un grupo de diputados conservadores rebeldes, que estarían planeando alinearse con la oposición, durante la tramitación de la ley, para tratar de forzar un voto vinculante en el Parlamento sobre el acuerdo final que se alcance con los Veintisiete.
La enmienda supone también un intento de la primera ministra de reafirmar su propia autoridad, después de haberse visto obligada a forzar la dimisión de dos ministros de su Gabinete en tan solo una semana. El jueves, May cedió a la presión del sector más euroescéptico de su partido al nombrar a una mujer de sus filas, Penny Mourdant, para reemplazar al frente del ministerio de Desarrollo Internacional a Priti Patel, figura prominente de la campaña del Brexit, dimitida el miércoles tras desvelarse una serie de encuentros que mantuvo con oficiales israelíes.
Pero el desafío de May ha encontrado una oposición de una figura autorizada. Lord John Kerr, antiguo embajador británico ante la UE y responsable de la redacción del artículo 50 del Tratado de Lisboa, ha asegurado que Reino Unido podría dar marcha atrás en el Brexit, incluso si la fecha de la salida se incluye en la ley, como pretende la primera ministra. “En cualquier momento podemos cambiar de opinión si queremos, y si los hacemos sé que nuestros socios estarán muy contentos”, ha dicho en una entrevista radiofónica este viernes por la mañana. “Los partidarios del Brexit crean la impresión de que, por cómo está escrito el artículo 50, habiendo enviado la carta preceptiva el 29 de marzo de 2017, debemos abandonar la UE automáticamente el 29 de marzo de 2019 a más tardar. Eso no es cierto y es engañoso sugerirlo”, ha advertido, mientras los equipos negociadores se disponían a comenzar en Bruselas la segunda jornada de la última ronda de negociaciones antes de la cumbre de líderes europeos del mes próximo, crucial para el avance del proceso del Brexit.
Fuente: El País
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