Trump, Justin Trudeau, la Reina Isabel II de Inglaterra y hasta Madonna y Bono tienen algo en común: están involucrados en los Paradise Papers, una nueva investigación periodística basada en el análisis de 13.4 millones de documentos filtrados al diario alemán Süddeutsche Zeitung y replicada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).
En el trabajo participaron una red de más de 380 periodistas, entre ellos, los colaboradores de Mexicanos contra la Corrupción.
El trabajo revela el entramado que han utilizado políticos, artistas y empresarios para ocultar sus inversiones a través del despacho Appleby, especializado en servicios offshore.
Este tipo de operaciones son utilizadas para que las inversiones no sean rastreadas y sea más difícil saber quiénes son los dueños de estas empresas. Aunque esta modalidad en muchos lugares es legal, «el secreto incorporado atrae a lavadores de dinero, narcotraficantes, cleptócratas y otros que quieren operar en las sombras», se lee en el reportaje.
Esto beneficia únicamente a la población que concentra la mayor riqueza del mundo y evidencia las condiciones de desigualdad que existen.
«Hay un pequeño grupo de personas que no están sujetas a las leyes como el resto de nosotros, y eso tiene un propósito. Estas personas viven el sueño de disfrutar los beneficios de la sociedad sin estar sujetos a ninguna de sus limitaciones», dijo Brooke Harrington, gestora de riqueza certificada y profesora del Copenhagen Business School.
Appleby ponía en operación empresas fantasma que aparentan tener actividad real, pero operan de manera ficticia, de esta manera los dueños de las empresas pueden reducir el pago de impuestos.
Según los primeros reportajes, revelados este 5 de noviembre, el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, tiene una participación en una compañía naviera que ha recibido más de 68 millones de dólares por parte de una compañía energética propiedad de nada más y nada menos que el yerno de Vladimir Putin, presidente de Rusia.
Aunque el secretario de Comercio de Trump dijo que vendió todos sus activos de capital privado antes de unirse al gabinete de Trump, mantuvo una participación en la Navigator Holding Ltd, establecida en las Islas Marshall.
«Como secretario de Comercio, Ross tiene una autoridad directa sobre las políticas de comercio y manufactura y es una voz influyente en el gobierno sobre prácticamente cualquier aspecto de la relación económica de Estados Unidos con otros países, incluida Rusia», revela la investigación.
Otro de los descubrimientos que hicieron los periodistas fue que la reina Isabel II ha invertido millones de dólares en compañías de servicios médicos y créditos de consumo, según muestran los archivos de Appleby. Además, la reina también invirtió en una compañía tecnológica de huellas dactilares para teléfonos. Ninguna de estas operaciones fueron registradas en los informes anuales que presenta la monarca.
El primer ministro de Canadá también sale involucrado en el tema, pues según las filtraciones, el asesor de Trudeau, Stephen Bronfman, se asoció con Leo Kolber, exmiembro del Senado de Canadá, para mover millones de dólares a un fideicomiso en Cayman. Este tipo de maniobras podrían ser utilizadas para no pagar impuestos, según el análisis que hizo un grupo de expertos consultados por los periodistas que elaboraron el trabajo.
El cantante pop y activista social Bono, que figura con su nombre completo, Paul Hewson, poseía acciones en una compañía registrada en Malta que invirtió en un centro comercial en Lituania. En tanto, Madonna cuenta con acciones de una compañía de suministros médicos.