Media verdad suele ser mentira completa
“Andan bien despistados”, dice el presidente acerca del presunto “destape” de José Antonio Meade. “El PRI no definirá a su abanderado por elogios ni por aplausos. Son muchos los servidores públicos que han sido mencionados y cuentan con suficientes méritos”.
Entonces, lo que el miércoles pareció un “destape”, no fue “destape” y lo que comentócratas y columnistas leyeron como la revelación de Luis Videgaray a favor de José Antonio Meade como el elegido de los dioses para la candidatura presidencial priista, no fue tal, al menos eso se lee en las declaraciones de Peña Nieto y en lo que aclara el canciller en redes sociales.
¡Pero vaya que está alborotado el avispero!
«Ayer tres secretarios (Guajardo, De la Madrid y Meade) impartieron conferencias en la Cancillería, y a los tres los presenté con calidez, gratitud y reconocimiento a su talento y trayectoria. No hay que confundir eso con otra cosa. Las decisiones políticas se tomarán donde deban tomarse».
Efectivamente lo de ayer no fue un destape como tal, porque en sentido estricto eso sólo corresponde al jefe del jefe del PRI como parte culminante de su exclusivo privilegio de mandar.
Tiene razón Videgaray, lo de Meade no fue destape porque en la liturgia tricolor, el presidente decide y las fuerzas del partido sólo encumbran al ungido. Antiguamente el encargado de “destapar” al “candidato” era el extinto Fidel Velázquez, casi eterno líder del movimiento obrero. Videgaray no es don Fidel, pero el PRI, aunque sigue conservando los genes del gran dinosaurio, muestra matices distintos. Los gobernantes y los liderazgos del partido tricolor ahí están, viendo pasar el tiempo, disciplinados, sin atreverse a disputar con Videgaray, quien presume poder e influencia, casi hipnótica, sobre el presidente Peña.
El hecho es que en Los Pinos se prepara el escenario del “destape”. La expectativa llega a su punto culminante. “El anuncio” no pasa del próximo martes. Quienes se dicen enterados, aseguran que será el lunes; que este fin de semana los aspirantes más mencionados, Osorio Chong, Meade, Nuño, Narro y De la Madrid, serán recibidos por el presidente Peña, y que sólo uno de ellos escuchará “las palabras mayores”.
El PRI está en el umbral de uno de sus momentos más esperados… y desesperados. La resurrección de gran ritual marcado por la costumbre del poder. La diferencia es que el ungido esta vez no tendrá garantizado el triunfo electoral, a juzgar por las encuestas.
EL MONJE DUDOSO: ¿Será qué de los llamados, Meade no será el elegido? ¿Qué Videgaray quiso engañar con la verdad y acabó regañado?
¿Qué sorpresas nos darán Peña Nieto y la vida?