En los últimos días, agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) detuvieron a Ignacio Benítez, el presidente de la junta de condominio; al vigilante Jairo Atencia; al conserje Fran Borges y hasta al encargado de la empresa proveedora de las cámaras de seguridad, Nelson Texeira, de las Residencias Villa Magna, donde el político cumplía arresto domiciliario. Todos ellos fueron encarcelados en El Helicoide, la sede de la policía política, y hasta el momento se desconocen los motivos de su detención, explicó Alonso Medina, abogado de Benítez. Este miércoles, siete de los ocho civiles detenidos en la capital venezolana han sido puestos en libertad. Sólo ha quedado arrestada Carmen Catalina Andarcia, gerente de Finanzas de la Alcaldía Metropolitana de Caracas, aunque su abogado aún no sabe qué cargos se le imputan.
Es la onda expansiva del terror. Otras 15 personas, entre agentes policiales y extrabajadores de la Alcaldía Metropolitana de Caracas, también han sido capturados en las últimas horas por su posible colaboración en la evasión. 11 agentes siguen detenidos, según fuentes policiales.
“Esta razia se veía venir. Es el talante de las dictaduras. Se han llevado a gente inocente en condición de testigos para después mantenerlos detenidos e incomunicados. Nosotros ahora somos perseguidos por patrullas policiales”, comentó a EL PAÍS Richard Blanco, diputado de la Asamblea Nacional y dirigente del partido Alianza Bravo Pueblo (ABP).
El presidente Nicolás Maduro había advertido de la inclemencia que tendría la policía política contra sus adversarios. “La vida es un componente de muchas cosas, pero para que sea vida hace falta amor y humor. De eso sabe bastante el director del Sebin. No tanto de amor, pero sí de humor, le gusta jugarle algunos chistes a la oposición. Hoy se nos escapó Antonio Ledezma… ¡Quedó pendiente lo que tú sabes!», aseguró el mandatario venezolano, mientras reía, el pasado viernes.
A miles de kilómetros de ahí, la persecución emprendida por la policía fue denunciada por el propio Ledezma. “Quiero decir que hay allanamientos en Caracas en contra de diputados y miembros del equipo de la alcaldía. Una cacería de brujas”, declaró en Madrid, donde recaló tras su fuga. Desde su nuevo exilio Ledezma ha insistido en su rechazo al diálogo entre la oposición y el Gobierno de Maduro.
Por su parte, Blanco, argumentó. “¿Cómo se puede creer en un acuerdo cuando el gobierno de Venezuela violenta los derechos de los ciudadanos?”, se preguntó.
Los abogados que asisten a los detenidos tras la humillante fuga del opositor coinciden en que los agentes del Sebin no han presentado órdenes judiciales durante las capturas y los allanamientos.
A Carlos Luna, que sufre de insuficiencia renal, se lo llevaron la noche del domingo de su casa en Coche, un barrio de familias humildes de Caracas, a la fuerza. Dos años antes había dejado de trabajar en el despacho de Ledezma. El defensor de los cuatro extrabajadores de la alcaldía arrestados, Joel García, ha calificado como irregulares estos procedimientos.
Fuente: El País
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