Interconexión y condiciones de competencia

Publicado por
Aletia Molina

Recientemente la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emitió su determinación en materia de interconexión de telefonía, por lo que aprovecho este espacio para expresar algunas reflexiones sobre la inquietud que ha generado este fallo.

Lo primero que hay que destacar es que la SCJN no determinó inconstitucional el no cobro de la interconexión por parte de los agentes económicos preponderantes. La Corte se limitó a establecer quién era la autoridad competente para definir la medida asimétrica al agente preponderante y determinó que es el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) quien tiene la facultad y no el Congreso de la Unión.

El IFT, en cumplimiento a la resolución de la Suprema Corte, determinó mantener el régimen asimétrico ordenado por la Reforma de Telecomunicaciones para los agentes económicos preponderantes, a fin de mantener condiciones de competencia en este mercado. Es de subrayar que con esta determinación del IFT no se afectan por ningún motivo los avances alcanzados gracias a la Reforma que específicamente impulsa una mayor competencia, cobertura, así como más calidad y mejores precios para los usuarios. La Reforma es una transformación integral de múltiples componentes que se encuentran vigentes y en aplicación y cuyos resultados han sido percibidos socialmente desde su promulgación.

Es preciso también aclarar que la medida asimétrica adoptada por el IFT en materia de interconexión no debe tener un efecto en los precios de los servicios a los usuarios. La interconexión constituye sólo una pequeña parte de la tarifa que pagamos los usuarios y, debido a que se mantuvo la asimetría en la interconexión, no deben observarse precios al alza. Si los operadores de telecomunicaciones consideraran trasladar dicho costo al usuario elevando sus precios, correrán el riesgo de perder clientes, mermando sus ingresos.

También debemos recordar que la interconexión sólo aplica al servicio de telefonía (llamadas de voz y mensajes cortos) y no al Internet o a los datos, siendo estos últimos los que se encuentran en crecimiento exponencial en tanto los servicios de voz cada vez requieren más su utilización. Por lo tanto, si no existen razones para que se incrementen los precios en los servicios de voz, mucho menos para el Internet o los datos, ya que no les aplica la tarifa de interconexión. Confiamos en que los operadores, con todo el profesionalismo que les caracteriza, seguirán compitiendo en el mercado, en busca de captar las preferencias y satisfacer a un mayor número de clientes, con servicios de calidad y a precios cada vez más competitivos y reducidos.

Sabemos que las nuevas condiciones de competencia generan presión en los márgenes de los operadores, lo que los impulsará a ser más eficientes para compensar la reducción de sus márgenes. En virtud de estas circunstancias, el Gobierno Federal continuará con la implementación de acciones concretas que derivan de la Reforma de Telecomunicaciones para estimular y promover, a bajo costo, la inversión y compartición de infraestructura a fin de incrementar la cobertura y la calidad de los servicios.

Así lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo. Por ejemplo, además de la Red Compartida, el Gobierno de la República ya puso a disposición de los operadores más de 12 mil inmuebles públicos en los que los operadores podrán instalar infraestructura de telecomunicaciones, a precios muy por debajo de los que se observan en el mercado.

En esta línea de acción y en estrecha colaboración con la Comisión Reguladora de Energía y la Comisión Federal de Electricidad, próximamente se pondrá a disposición de los operadores de telecomunicaciones el acceso a los 11 millones de postes de media y baja tensión del Servicio Eléctrico Nacional, que llegan a casi el 98% de la población, también a precios competitivos, a fin de ampliar el acceso a éstos a un mayor número de operadores que despliegan redes de fibra óptica sobre tal infraestructura.

Hay que tomar en cuenta que la Red Compartida será un relevante factor que incentive la competencia, la calidad de los servicios de telecomunicaciones y la disminución de los precios.

Todas estas acciones, además, tienen como objeto fomentar un mayor despliegue, a bajo costo, de la infraestructura de telecomunicaciones que requiere nuestro país y que durante muchos años se había quedado rezagada.

La Reforma de Telecomunicaciones va. Gracias a ella se han concretado cambios que no se habían logrado en décadas y que hoy se traducen en una profunda transformación con beneficios inmediatos para la sociedad. Los resultados están a la vista.

El Financiero – Opinión – Gerardo Ruiz Esparza

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Aletia Molina