Admirada en esa región de Oaxaca, que le ha obsequiado no solo sus trajes, sino que la ha llamado “hija predilecta”, no mostró reciprocidad por las mujeres de Juchitán que le profesan admiración y respeto.
Como parte de sus actividades en la feria local del libro, la escritora parisiense hablaba de sus anécdotas infantiles y de sus inicios en el periodismo, así como de sus libros.
“Hice un libro sobre Tina Modotti, que fue una italiana fotógrafa, antecesora de Graciela Iturbide, que vino de Estados Unidos con otro gran fotógrafo, Edward Weston, y fue la primera que retrató a las juchitecas, y eran todas bien delgaditas, y ahora las juchitecas que yo he visto, por la cerveza, están bien panzonas y mensas”, dijo la autora.
Elena fue homenajeada hace unos días por una mujer juchiteca, Natalia Toledo; y cuando recibió el premio Cervantes en 2013 vistió un atuendo hecho por mujeres del Istmo, un huipil rojo de cadenilla.
El traje fue elaborado en la técnica conocida entre los zapotecos del Istmo como “cadenilla”, trae tres recuadros en hilos amarillo y negro.
Fuente: MVS