Una serie de anomalías provocó una tragedia ayer en el fraccionamiento La Antigua, en Monterrey.
La administración de Margarita Arellanes otorgó un permiso para la construcción de la Torre Vía, a cargo de la compañía Legosa, un mes antes de terminar su administración.
Esta autorización se dio en la anterior administración un mes antes de que terminara», expresó Genaro García de la Garza, secretario del Ayuntamiento regio.
El funcionario explicó que la actual administración suspendió la obra el pasado 1 de noviembre por el riesgo de derrumbe. Además, afirmó que las viviendas no debieron de estar habitadas, ya que se pidió a los ciudadanos, por medio de Protección Civil, que las desalojaran hace 22 días.
Determinamos que esas casas no se pueden habitar. A petición de ellos (los dueños), la Secretaría de Desarrollo Urbano viene y clausura los trabajos de esta constructora (Legosa)», agregó.
El resultado de la tragedia fue que un muro de contención del estacionamiento de 10 niveles colapsó y provocó que un total de cuatro casas se derrumbaran, con saldo de una persona sin vida y otra lesionada.
Hasta el cierre de edición aún se mantenía la búsqueda de una mujer que aparentemente se encontraba bajo los escombros, luego de que cayera más de 30 metros.
Las autoridades ordenaron el desalojo de 25 viviendas de las más de 100 que se encuentran en el sector de clase alta, con casas cuyo valor es de 3 a 7 millones de pesos.
Torre Vía es un desarrollo de 23 pisos destinado a oficinas y comercios. Testigos del derrumbe que se encontraban trabajando a un lado afirmaron que fue en cuestión de segundos para que las casas cayeran al vacío.
«Yo estaba arriba y se oyó como cuando volteas un camión de cascajo, pero era muy recio y me asomé y ya estaban las casas ahí tiradas abajo. Vi a una mujer salir de entre los escombros», dijo Juan Antonio Sepúlveda, testigo del accidente.
Los vecinos que resultaron afectados salieron de sus casas con maleta en mano a buscar refugio con familiares o en algún hotel. Al lugar acudieron cerca de 100 rescatistas de Protección Civil de toda el área metropolitana, Cruces Verde y Roja, Bomberos de Nuevo León, binomios caninos de Escobedo y Santa Catarina, además de elementos de la Policía Federal y Militar.
Fuente: Excélsior