El Gobierno de Bangladesh aprobó un proyecto por valor de 282 millones de dólares para habilitar una isla desierta a la que trasladar a cerca de 100.000 rohinyás, días después de acordar con Birmania (Myanmar) la repatriación de más de 600.000 miembros de esta minoría musulmana.
«Estamos planeando reubicar a 100.000 personas en la isla una vez que el proyecto se complete», dijo a Efe el secretario de Planificación bangladesí, Ziaul Islam, tras una reunión presidida por la primera ministra, Sheikh Hasina, en la que se tomó la decisión.
Está previsto que la habilitación de la isla de Bhashan Char, habitualmente víctima de las inundaciones de la época monzónica y de los piratas, termine para junio de 2019, pero el Ejecutivo espera que esté lista antes de tiempo, apuntó Islam.
«Se le ha asignado la tarea a la Armada de Bangladesh en un intento de acelerar el trabajo», detalló la fuente.
También conocida como Thengar Char, la isla está situada en la bahía de Bengala, en el sur del país, tiene unos 40 kilómetros cuadrados de extensión y emergió del mar hace aproximadamente una década.
La decisión de reubicar a rohinyás allí ha sido ampliamente criticada por organizaciones de derechos humanos y agencias de la ONU, que consideran sus condiciones poco apropiadas para las personas.
En su informe más reciente difundido el domingo, el Grupo de Coordinación Intersectorial de la ONU cifra en unos 624.000 a los rohinyás llegados a Bangladesh en los últimos tres meses.
El actual éxodo de rohinyás comenzó con las operaciones de represalia de las fuerzas de seguridad birmanas lanzadas tras los ataques, el 25 de agosto, del rebelde Ejército de Salvación Rohinyá de Arakan (ARSA) a una treintena de puestos militares y policiales en Rakáin.
La semana pasada los gobiernos de Bangladesh y Birmania acordaron un proceso de repatriación para los refugiados rohinyás llegados a tierras bangladesíes, que se prevé que comience en los dos próximos meses.
El Gobierno estadounidense consideró también la semana pasada que, tras un «análisis cuidadoso y exhaustivo» de los hechos, «está claro» que la violencia y los abusos contra los rohinyás en el estado birmano de Rakáin constituyen «una limpieza étnica».
Fuente: Crónica