El presidente Enrique Peña Nieto aceptó la renuncia irrevocable que presentó el procurador general Raúl Cervantes, pero eso no es impedimento para competir por la Fiscalía General, afirmó el coordinador del PRI en el Senado, Emilio Gamboa.
«Está en su derecho, él sabrá si va a concursar o no. No lo hablamos el día de hoy, Raúl fue muy serio en sus pronunciamientos, pero está en su derecho y si decide es algo muy personal que yo respetaré», afirmó.
«La renuncia es un acto de enorme valentía y acaba con la polémica sobre la designación del fiscal general de la República», comentó.
Respecto a las críticas que hizo Cervantes sobre el retraso en la discusión de la ley de la Fiscalía General, Gamboa exhortó a la Cámara de Diputados a avanzar en su discusión y aprobación.
También, ante la renuncia de Raúl Cervantes a la Procuraduría General de la República, en redes sociales algunos legisladores y políticos retomaron la discusión sobre la ley de la Fiscalía General y el perfil que debe tener su titular.
Uno de los primeros senadores en hablar al respecto fue el panista Javier Lozano, quien ironizó el hecho y cuestionó qué estrategia tomará el líder de su partido, Ricardo Anaya, para frenar la ley de la Fiscalía General.
Además de reconocer el trabajo de Cervantes al frente de la Procuraduría General de la República, en su cuenta de Twitter, Lozano dijo que «a ver qué se les ocurre a los jumentos de Anaya para detener la ley para la Fiscalía General».
A su vez, el propio Ricardo Anaya, y algunos otros senadores de la bancada panista, como Fernando Herrera, aprovecharon para exigir un fiscal general apartidista y autónomo.
Margarita Zavala coincidió con Anaya y afirmó que la renuncia del procurador general es una oportunidad para reflexionar sobre quién podría encabezar la la Fiscalía.
Mientras tanto, el PRD afirmó que la renuncia del Procurador General de la República «es un triunfo del Frente Ciudadano por México» y exigió «un proceso abierto, transparente y democrático para poder nombrar al que será el próximo fiscal general».
«Esta renuncia se da ante la insistencia de los partidos que conforman el Frente Ciudadano por México, en especial por parte del PRD y organizaciones de la sociedad civil que señalaron siempre que el doctor Raúl Cervantes no debería encabezar la nueva Fiscalía General de la República por su relación personal y partidista con el gobierno de Enrique Peña Nieto y su partido el PRI», dijo Ángel Ávila, presidente del Consejo Nacional del PRD.
Subrayó que por dicha dimisión, su fuerza política exige un proceso abierto, transparente y democrático para poder nombrar al que será el próximo fiscal general, en donde las organizaciones de la sociedad civil sean partícipes de este proceso y el nuevo fiscal sea una persona íntegra, independiente y autónoma tanto de los partidos políticos, como del propio gobierno federal.
«Este gobierno no debe, bajo ninguna circunstancia, intentar imponer a través de la bancada del PRI en el Senado a un personaje que no tenga las características descritas», afirmó.
Fuente: Milenio