Impulsadas por la recuperación del empleo y del salario en Estados Unidos, las remesas a México marcarán una cifra récord este año, con lo cual se consolidarán como una de las principales fuentes de divisas para el país, destacaron especialistas.
Estos flujos, estimaron, superarían los 27 mil millones de dólares al cierre de 2017, y con ello México seguirá como la cuarta economía receptora de remesas en el mundo, sólo debajo de China, India y Filipinas.
Resaltaron que pese a los efectos negativos que se esperaban por políticas antiinmigrante de Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos, país donde reside la mayoría de los mexicanos en el extranjero, las remesas mantendrán el dinamismo de los últimos 15 años.
Entre 2000 y 2016, las remesas aumentaron a una tasa media anual de 9.2 por ciento, al pasar de seis mil 572.7 millones de dólares a 26 mil 972.4 millones de dólares en ese orden, registrando en el último año su nivel máximo histórico, pero se espera que en 2017 marquen un nuevo récord.
Sólo de enero a junio, el ingreso por remesas alcanzó 13 mil 946 millones de dólares, el mayor monto para un mismo mes desde que se tienen registros, lo que significó un aumento de 5.9 por ciento respecto al primer semestre de 2016.
Este comportamiento positivo se extendió a julio pasado, cuando ingresaron dos mil 389.4 millones de dólares, lo que representó un nuevo máximo histórico para un mismo mes desde 1995, cuando inició la medición de este indicador, e implicó un incremento anual de 9.4 por ciento.
Con ello, el flujo recibido durante los primeros siete meses del año continúa siendo el más alto en la serie histórica del indicador, al acumular 16 mil 405.8 millones de dólares, con un incremento de 6.4 por ciento anual.
El gerente de Estadísticas Económicas del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla), Jesús Alejandro Cervantes González, expuso que, en el primer semestre de 2017, las remesas familiares a México registraron un comportamiento favorable.
En entrevista explicó que el ingreso de México por remesas se debe a que de enero a junio se observaron aumentos significativos en el empleo, remuneraciones medias y masa salarial de los trabajadores mexicanos inmigrantes en Estados Unidos.
Destacó que las remesas se alimentan de dicha masa salarial, por lo cual cabe esperar que el comportamiento positivo observado en el primer semestre del año, del ingreso de México por remesas se mantenga en la segunda mitad de 2017.
Ello, agregó, considerando que se estima que, en la segunda mitad del año, los niveles de empleo en la economía estadounidense continúen con un comportamiento positivo, mismo que comprenderá también al empleo de los trabajadores mexicanos inmigrantes.
“De esa manera, 2017 va a ser un buen año para México en lo referente al ingreso por remesas provenientes del exterior”, anticipó Cervantes González, al señalar que 8.5 por ciento de los adultos del país (de entre 18 y 70 años) reciben remesas del exterior.
El vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Mario Correa Martínez, resaltó que los montos históricos logrados por las remesas este año se han traducido en un importante motor para el consumo de muchas familias en el país.
Indicó que envío de remesas es uno de los principales motores del consumo en diversas regiones del país, pues los dos mil 417 millones de dólares recibidos sólo en junio pasado equivalen a más de 44 mil millones de pesos.
Así, los ingresos por remesas representan un ingreso significativo para los hogares mexicanos, pues dichos recursos se destinan principalmente para comida y vestido, pagar deudas y comprar un vehículo.
En entrevista, coincidió en que los flujos históricos de las remesas este año se deben al dinamismo del empleo en Estados Unidos en sectores donde se ocupan muchos trabajadores mexicanos, quienes están recibiendo más ingresos y enviado más recursos a sus familias.
Esto a pesar del discurso antiinmigrante del presidente Trump, ya que políticamente no se han convertido en realidad las amenazas, como la de gravar las remesas que los trabajadores mexicanos en Estados Unidos envían a sus familias, lo cual es imposible de hacer.
“El Departamento del Tesoro de Estados Unidos no tiene forma de distinguir si una remesa va un trabajador a su familia en el extranjero, o si es una transferencia de recursos que pueden ser de diferentes tipos, desde empresas hasta personales”, comentó.
Ante el crecimiento tan dinámico que registran las remesas, anticipó que este año podrían rebasar los 27 mil millones de dólares y marcar un nuevo nivel máximo histórico, superando su actual récord de 26 mil 972.4 millones de dólares logrado en 2016.
En términos netos, resaltó Correa, las remesas son una entrada importante de divisas, incluso con el monto récord previsto para este año se podría cubrir el déficit de la cuenta corriente, estimado en cerca de 27 mil 300 millones de dólares.
Con los 26 mil 970 millones de dólares alcanzado al cierre de 2016, las remesas escalaron al segundo lugar como fuente de captación de divisas para el país (6.24 por ciento del total), sólo por debajo de las exportaciones automotrices con 113 mil 316 millones de dólares (el 26.20 por ciento).
Así, las remesas familiares superaron el año pasado a la Inversión Extranjera Directa (26 mil 738.6 millones de dólares o 6.18 por ciento del total de ingresos por divisas), al turismo (19 mil 570.8 millones de dólares, 4.52 por ciento) y a las exportaciones petroleras (18 mil 742.7 millones de dólares, 4.33 por ciento).
El economista senior de Banorte, Alejandro Cervantes, dijo que, en los primeros siete meses del año, las remesas que mandan los mexicanos en el exterior continúan en máximos histórico, al sumar 16 mil 405.8 millones de dólares.
Consideró que el dinamismo de las remesas obedece a dos factores: el mayor dinamismo del mercado laboral norteamericano y la política antimigratoria de la administración de Donald Trump, y hacia delante, estimó que estos flujos seguirán influenciando por estos dos elementos.
Fuente: MVS