Al revisar los contratos de los tres últimos años (2014, 2015 y 2016), la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó irregularidades por casi 235 millones de pesos en el proceso de construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).
Ayer, diputados federales se reunieron con el director de Inversiones Físicas Federales de la ASF, Celerino Cruz, quien informó que en estos tres años se auditaron 88 contratos, de los que se desprendieron 17 recomendaciones, 14 solicitudes de aclaración, ocho promociones de responsabilidad administrativa sancionatoria y ocho pliegos de observación.
De acuerdo con la información proporcionada a la comisión especial, que preside el perredista Rafael Hernández, las principales observaciones se detectaron en 2015.
En ese año, los principales rubros contratados estuvieron relacionados con el proyecto ejecutivo de pistas, con estudios topográficos, de geotecnia y del plan maestro; con trabajos preliminares en caminos, drenaje, campamento del GACM, carga y acarreo de material, así como convenios de colaboración con la Sedena, IPN, UNAM y CFE.
En ese sentido, la ASF detectó que las principales anomalías se concentran en la ejecución de los trabajos; persiste la falta de comprobación de recursos en la construcción de la barda perimetral e incumplimiento de especificaciones.
Además, destaca la incorrecta aplicación de retenciones por atraso en la ejecución de los trabajos, pagos de servicios no ejecutados y una mala integración de precios unitarios no considerados en el catálogo original, y falta la documentación comprobatoria de los servicios.
El funcionario explicó que en tiempo real están observando el proceso de construcción de esta obra y pidió a los legisladores que se sumen al proceso de revisión de la mega construcción y pidió a los legisladores se sumen a la revisión.
Hasta el 31 de julio de 2017, se han firmado 105 contratos relacionados con la construcción del NAICM, de los cuales en su conjunto, suman un total de 132 mil 379 millones de pesos comprometidos.
Fuente: El Heraldo de México