El conflicto entre taxistas y operadores de Uber en Cancún cobró hoy la vida de un conductor del Sindicato Andrés Quintana Roo, quien presuntamente fue atropellado por el chofer de la plataforma digital, a la altura del bulevar Luis Donaldo Colosio.
De acuerdo con versiones preliminares, en el intento por impedir ser agredido por taxistas, cuando se prestaba a brindar su servicio, el operador de Uber atropelló a un conductor y lesionó a otro.
Según los taxistas, al ver que el operador de taxi arribaba al lugar en donde fue requerido, fue detectado por choferes ubicados en un sitio de taxis, cercano al lugar. Le marcaron el alto y en lugar de frenar, los embistió.
Otros testimonios indican que al percatarse de que había sido descubierto por taxistas, que intentaron cerrarle el paso, el operador de Uber aceleró ante el temor de ser agredido y que su auto fuese destruido y, accidentalmente, atropelló a uno y lastimó a otro.
Hasta las 18:00 horas de hoy, ninguna autoridad había rendido un informe oficial sobre lo sucedido.
El tema encendió a agremiados del Sindicato de Taxistas que realizaron una manifestación en el bulevar Colosio y en las instalaciones de la Fiscalía General del Estado, en Cancún, que culminó en una protesta en la representación del gobierno estatal en esta ciudad.
Con la ausencia de representantes de Uber, una comisión de directivos del sindicato de taxistas y operadores fue recibida por el titular de la Sintra en el estado, Jorge Portilla, y del delegado en la zona norte, Alejandro Ramos.
La posición del gremio de taxista fue inamovible, en términos de impedir a Uber operar en la ciudad y en el estado.
Desde hace un año y sin que la autoridad estatal los frene, taxistas se dedican a detectar servicios de Uber y, cuando los ubican, les impiden el paso, llaman o llegan junto con unidades de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (Sintra) y les detienen.
Las unidades particulares son llevadas a encierros y los operadores deben pagar la multa más alta, que asciende a 50 mil pesos.
En casos más graves, arremeten contra los vehículos, les ponchan las llantas, les truenan los cristales y bajan a clientes y operadores. A estos últimos, los agreden verbalmente, los amenazan y golpean.
Fuente: El Universal