La depresión es la principal causa de problemas de salud y discapacidad de todo el mundo.
La depresión puede afectar a personas de todas las edades: Adultos, Adolescenres, Adultos mayores.
Los síntomas de depresión abarcan:
Estado de ánimo irritable o bajo la mayoría de las veces.
Dificultad para conciliar el sueño o exceso de sueño.
Cambio grande en el apetito, a menudo con aumento o pérdida de peso.
Cansancio y falta de energía.
Sentimientos de inutilidad, odio a sí mismo y culpa.
Dificultad para concentrarse.
Movimientos lentos o rápidos.
Inactividad y retraimiento de las actividades usuales.
Sentimientos de desesperanza y abandono.
Pensamientos repetitivos de muerte o duicidio.
Pérdida de placer en actividades que suelen hacerlo feliz, incluso la actividad sexual.
Estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) registran a 322 millones de personas afectadas por este padecimiento, que puede convertirse en un problema de salud serio, de ahí que en la agenda del 2017 se colocara el tema a fin de generar conciencia para su control.
A nivel mundial, del 2005 al 2015, la depresión ha tenido un incremento del 18.4%, una cifra que merece atención, y sobre todo que obliga a que se enfoque este problema de salud y se atienda con la urgencia que merece.
En el marco del Dia de la Salud Mental, Carmen Ayza, Directora Médica de Lundbeck México, se pronunció a favor de que los médicos tengan acceso a un manejo integral de los trastornos del sistema nervioso central, con un enfoque especial en depresión, para que el paciente sea diagnosticado y tratado de manera correcta.
“Por lo general el paciente llega a un primer nivel de atención y ese es justo el nivel más importante en donde deberíamos promover una conciencia de enfermedades, para que puedan ser referidos al especialista en caso necesario”.
En su intervención, Edilberto Peña, Director de Investigación del INCIDE (Instituto de Neurociencias, Investigación y Desarrollo Emocional), aseguró que en México la depresión está presente en el 3.3% de la población mexicana a lo largo de su vida, y su diagnóstico puede tardar hasta 15 años.
El neuropsiquiatra explicó que la depresión es una constelación de síntomas afectivos, cognitivos y somáticos, entre ellos tristeza, cansancio, dificultad para concentrarse, para llevar a cabo sus tareas habituales y padecer de constante indecisión. Todas ellas son razones suficientes para buscar tratamiento, especialmente en casos en donde presenta una interferencia con el rendimiento laboral y personal.
Consideró que, al existir cuadros parciales de síntomas en la mayoría de los casos, no se establece un diagnóstico definitivo de depresión; sin embargo, dijo que todos y cada uno de los síntomas requieren evaluación, porque están afectando la capacidad funcional y el desempeño de la persona.
En la presentación también participó Rodrigo Corona, Médico Psiquiatra, quien estimó que aun cuando suele abordarse clínicamente el problema de la depresión, todavía existe mucho desconocimiento y confusión en la dinámica y dimensión social.
“Estos malentendidos generan a su vez problemas de estigma, de rechazo y de no comprensión, ya que se percibe que se trata de una falla en la actitud de la persona, que no quiere superarse o hacer un esfuerzo, cuando en realidad tenemos un problema de salud importante, que se debe tomarse en serio y atenderse de manera oportuna con el tratamiento apropiado”.
Indicó que México no tiene tasas de depresión tan altas como otros países – Estados Unidos, Brasil, Francia- pero no porque los mexicanos se depriman menos, sino porque no existen diagnósticos correctos; por lo que consideró fundamental que se enfoque de manera prioritaria la atención de este problema.
Fuente: Crónica