El gobernador de California Jerry Brown firmó el jueves una ley sobre las “ciudades santuario” que amplía las protecciones para los inmigrantes que se encuentran en Estados Unidos ilegalmente.
La medida le da al estado más poblado del país otra herramienta legal para resistir la ofensiva del gobierno de Donald Trump contra la inmigración no autorizada.
Bajo la ley, la policía local no podrá increpar a personas sobre su status migratorio ni podrá participar en acciones contra la inmigración ilegal, a partir del primero de enero.
Fuente: Excélsior