¿Te ha pasado que te preguntas por qué alguien que conoces reacciona de manera diferente a asuntos similares? Justo eso nos ha pasado… Pero con nuestros políticos.
En Nación321 notamos que en el mundo de la política mexicana existen varias contradicciones hemos detectado en diversas circunstancias. Aquí te dejamos cinco ejemplos.
El 7 de septiembre, el gobierno mexicano declaró persona non grata al embajador de la República Popular Democrática de Corea, Kim Hyong Gil. La Secretaría de Relaciones exteriores informó que se tomó esa medida debido a que Corea del Norte violó el derecho internacional y las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU al realizar ensayos nucleares y lanzar misiles balísticos de largo alcance.
La dependencia encabezada por Luis Videgaray emitió un comunicado en el que «México expresa al gobierno de Corea del Norte absoluto rechazo a su reciente actividad nuclear».
No es que defendamos al régimen norcoreano encabezado por Kim Jong-un, pero Estados Unidos, a través de su presidente Donald Trump ha manifestado conductas en contra de nuestro país y México no expulsó a su embajadora Roberta Jacobson
Cuando apenas era aspirante a la presidencia, el magnate llamó «violadores» a los mexicanos que viven en Estados Unidos. Ya en la Casa Blanca, Trump ha mantenido su promesa de campaña de construir un muro en la frontera con México, incluso lo dijo frente al presidente Enrique Peña Nieto.
Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, se endurecieron las políticas de inmigración de Estados Unidos así como el patrullaje en la frontera. El republicano incluso promueve la contratación de más agentes migratorios.
Ante ello, el gobierno de México ha exigido a la administración Trump un trato digno a los migrantes mexicanos, así como mantener los programas que protegen a los menores que son hijos de padres ilegales en territorio estadounidense.
Sin embargo, los centroamericanos que pasan por nuestro territorio rumbo a Estados Unidos se encuentran con un verdadero infierno.
La delincuencia organizada y autoridades como las policías locales o los agentes de migración hostigan a los inmigrantes extranjeros -incluidos los menores- que ingresan principalmente por la frontera sur, de acuerdo con diversas recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Extorsiones, secuestros y tragedias como la de San Fernando, Tamaulipas, muestran que nuestro gobierno ha fallado en brindar a los centroamericanos el trato que exige para los mexicanos que están ilegalmente en Estados Unidos.
Cuando Barack Obama era presidente de Estados Unidos, comprometió a su país a cumplir con el Acuerdo de París, la convención de la Naciones Unidas contra el cambio climático.
México, vía Enrique Peña Nieto, también firmó ese compromiso y la actual adminsitración federal ha implementado un marco normativo con instrumentos económicos ante el cambio climático.
Sin embargo, ya al frente de Estados Unidos, Donald Trump anunció en junio pasado que sacará a su país del Acuerdo de París. Esto sin duda afectará a todo el mundo, pero en especial a México, debido a su proximidad. Pero el gobierno de Peña Nieto no ha realizado criticas a Trump por esta causa.
El gobierno mexicano ha condenado reiteradamente la violencia registrada en Venezuela, llamando al presidente Nicolás Maduro a «restablecer plenamente el régimen democrático y el estado de derecho», a quien también ha acusado de «menoscabar los derechos humanos».
Debido a la polarización política, desgraciadamente en Venezuela son comunes escenas como estas, donde tanto la oposición como las fuerzas del gobierno de Maduro han alentado enfrentamientos.
Por otra parte, en junio de 2016 ocurrió un enfrentamiento en Nochixtlán, Oaxaca, entre maestros en contra de la reforma educativa y elementos de la Policía Federal, que dejó un saldo de ocho civiles muertos y cientos de heridos de ambos bandos.
Este operativo muestra que México tampoco ha cumplido cabalmente con el respeto a los derechos humanos y esta tragedia es ejemplo de ello.
Sobre los hechos ocurridos en Nochixtlán, la CNDH recordó al gobierno mexicano que «todo operativo policial debe tener como premisa esencial el respeto del derecho a la vida e integridad física».
Otra contradicción que llama la atención es la alianza entre el PAN y el PRD, en el llamado Frente Ciudadano por México. ¿Por qué nos causa extrañeza? Porque hace no mucho tiempo esos dos partidos defendían posiciones totalmente opuestas respecto a los matrimonios de homosexuales y el aborto.
En 2009, con su mayoría en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, el PRD logró la aprobación en la capital de los matrimonios entre homosexuales. Y el PAN fue un fuerte opositor a esa y otras medidas que ha impulsado el sol azteca, como el aborto o la adopción de menores por parte de adultos LGBTTTI.