La recuperación que tuvo el peso mexicano en los últimos siete meses terminó y ahora se enfrascó en una racha bajista que ya liga 10 sesiones.

De acuerdo con analistas, hay tres razones que afectaron la percepción de los inversionistas sobre la moneda en los últimos días: la principal es la creciente posibilidad de que el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá se acabe; la segunda es la escalada del dólar norteamericano ante la posibilidad de que la Reserva Federal de Estados Unidos suba su tasa de referencia, y la tercera es el fortalecimiento político de Andrés Manuel López Obrador, quien asegura que revertirá la reforma energética.

La combinación de los tres factores provocó que el tipo de cambio registrara su racha bajista más extensa desde mayo de 2012 y ubicara al tipo de cambio en un nivel de 18.94 unidades, según datos del Banco de México.

De acuerdo con analistas, la previsión es que el peso siga una trayectoria a la baja.

“Si el lapso de las negociaciones sobre el TLCAN se extiende, esa incertidumbre podría significar una mayor turbulencia sobre la moneda mexicana”, dijo en una nota de análisis Erik Nelson, estratega de divisas de Wells Fargo.

El especialista añadió que, estadísticamente, el peso tiene un sesgo bajista durante las campañas presidenciales, lo que podría enviar al dólar a un nivel de 19.25 en los próximos 6 meses.

“Durante los 3 pasados ciclos electorales, la depreciación del peso frente al dólar del inicio del año hasta el día de la elección ha sido en promedio de 5 por ciento”, señaló Nelson.

Robert Rennhack, subdirector del Fondo Monetario Internacional para el hemisferio occidental, también señaló que los activos en pesos sufrirían una caída si el TLCAN se cancelara.

“Hemos visto en las últimas dos semanas que el peso se ha depreciado significativamente ante una mayor incertidumbre sobre el resultado del TLCAN”, dijo. “Un efecto de esta incertidumbre podría ser sobre el precio de los activos en México, que podrían impactar a la economía al afectar la confianza”, agregó Rennhack.

Mientras la negociación del TLCAN y las elecciones aumentaron el nerviosismo, el índice que mide el comportamiento del billete verde, frente a una canasta de diez divisas, ha tenido una revaloración. Del 8 de septiembre a la fecha, el índice dólar subió 2.48 por ciento.

En el mercado de derivados, el optimismo sobre el peso también va a la baja. El número neto de contratos negociados a favor del peso en el Chicago Mercantile Exchange (CME) se ubicó en 83 mil 132 al pasado 10 de octubre, su menor nivel desde el 19 de septiembre de este año, de acuerdo con cifras publicadas por Bloomberg.

El número de contratos en contra del peso mexicano ascendió a 19 mil 724, mientras que a favor fue de 102 mil 856 hasta la semana terminada el 13 de octubre.

En términos de dólares, las posiciones a favor del peso mexicano en el CME, un termómetro de la confianza, se ubicaron en 2 mil 218 millones. Esta cifra es menor a los 3 mil 297 millones que representaban el máximo del año, alcanzado el pasado 12 de septiembre.

A pesar de ello, las posiciones especulativas a favor del peso llevan 26 semanas en terreno positivo, situación que muestra que se ha disminuido el ‘apetito’, pero que no se ha perdido del todo la confianza.

Las previsiones de los analistas sobre el tipo de cambio muestran mayores desviaciones para 2018 frente a las de 2017.

Según el consenso de analistas de Bloomberg, el tipo de cambio cerraría este año en un nivel de 18.20. Sin embargo, las previsiones corren en un rango entre un mínimo de 17 y un máximo de 19.50.

Mientras tanto, para 2018, la mediana del sondeo apunta a un cierre de 18.20, con un nivel mínimo de 16 y un máximo de 20.17.

A principios de este año, antes de la toma de posesión de Trump, el rango para 2018 iba desde 16 hasta 28 pesos por dólar.

Fuente: El Financiero/Bloomberg