Los dueños de autos que resultaron afectados por el sismo del martes pasado no han recibido respuesta de las aseguradoras; incluso en algunos casos han cancelado pólizas bajo el argumento de que el titular “debe mensualidades”.
El carro de Erick Devereaux estaba estacionado en Chimalpopoca y Bolívar durante el colapso de la fábrica. Tras el recuento de daños, su carro Honda, año 2016 fue declarado pérdida total.
Al acudir a Mapfre, representantes de la aseguradora le dijeron que no cubrirían los daños, ya que tenía un adeudo considerable.
El seguro fue pagado en una sola exhibición en el banco Banamex; Erick desembolsó 13 mil 149 pesos.
Hasta el momento la empresa no ha respondido a los cuestionamientos del hombre, ni siquiera para informarle que no se hará cargo de los perjuicios ocasionados a su vehículo tras el desplome de la maquiladora.
En tanto que el carro de Carlos Díaz estaba estacionado en la Roma; uno de los remates de la torre de la iglesia de la Sagrada Familia le cayó encima. El medallón de su vehículo se rompió y la cajuela se abolló. La póliza de su seguro costó 12 mil 790 pesos.
Qualitas se negó a valorar los daños de su vehículo, ya que “hay clientes prioritarios”. No obstante, la mayoría de los que han llegado a las oficinas de la aseguradora tras el sismo del pasado 19 de septiembre por las mismas causas que Carlos, han sido rechazados.
Incluso la empresa le pidió que contactara a los dueños de la iglesia, para que fuesen ellos los que respondieran por los daños que sufrió su vehículo.
Sin embargo, el párroco refirió que él no tenía por qué hacerse cargo de las averías que sufrió el vehículo ya que “nadie te dijo que te estacionaras ahí”.
César Aceves contrató a la misma aseguradora, y cuando los llamó, luego de que su vehículo quedó entre los escombros de Chimalpopoca, la empresa le dijo “no tenemos por qué hacernos responsables. El gobierno es quien tiene que responder”.
“Mi carro es pérdida total literal. Yo busqué a mi aseguradora para preguntar que debía hacer y ni siquiera me dieron los pasos a seguir para recuperar aunque sea algo”, contó Aceves.
La agente de seguros que lo atendió le indicó que no era su culpa que no hubiera leído las letras chiquitas del contrato en el que si bien se específica que la cobertura que tiene es amplia, ésta no cubre daños por desastres naturales.
Fuente: Crónica