Miles de franceses salieron a las calles este martes para protestar contra la reforma laboral promovida por el presidente Emmanuel Macron, en lo que representa una nueva prueba para determinar si el joven presidente francés tiene la capacidad para gobernar la segunda economía del continente y que pone en evidencia su caída en la popularidad desde que tomó el poder.

Se tenían programadas al menos 180 protestas en distintos puntos del país, algunas de las cuales comenzaron esta mañana, siendo una de las más importantes la ocurrida en Marsella y que estuvo encabezada por el opositor Jean-Luc Melechon.

La reforma, que fue uno de sus pilares de campaña, busca flexibilizar el mercado laboral del país como una forma de combatir un desempleo que alcanza ya al 10 por ciento de la población y que ha sido uno de los principales lastres para el crecimiento de Francia.

Debido a las manifestaciones, los principales aeropuertos del país presentaban algunos retrasos en sus vuelos, si bien de acuerdo con las autoridades la huelga contra la reforma laboral halló poco eco entre los controladores aéreos. Los aeródromos más afectados eran el Charles de Gaulle y el de Orly, en París, así como los de Beauvais, Marsella y Estrasburgo.

El transporte ferroviario también sufrió afectaciones, principalmente en rutas regionales así como en los que funcionan en la periferia de la capital francesa. Se espera que al paro se una además la minería, el sector energético y la función pública.

Macron, que enfrente presiones por sus socios comunitarios, dijo el pasado viernes que tenía una “determinación absoluta” para sacar adelante a la reforma, además de advertir que no cederá ante “los holgazanes, los cínicos o los extremos”.

Fuente: Staff