Para los romanos era el séptimo mes de su año natural y por lo tanto era mes de regocijo, y por su número, cabalístico. En septiembre se manifiesta la naturaleza en todo su esplendor, en gran parte propiciado por las aguas y por el clima húmedo y agradable. Contra lo que por siglos se ha dicho, la primavera no es la estación más esplendente, aunque pretenda serlo. La parte final del verano y la entrada del otoño son la etapa más bella del período anual.
Esta época de 2017 marca también el otoño del gobierno sexenal. Vendrá la hora de las hojas caídas. Sin embargo, este otoño será interesante. Mucho. Estamos a la expectativa de varios acontecimientos que marcarán la vida nacional para los próximos 10 ó 20 años. Es decir, lo que ocurra en los próximos cien días será el parteaguas en muchos aspectos de la vida nacional; en lo político, en lo económico y financiero, y en la tranquilidad social.
Será interesante. Mucho. Muchísimo. Hemos estado alertas, más que atentos, a las esperadas palabras del quinto informe de gobierno; a la decisión del candidato presidencial del partido mayoritario; a la decisión del o de los candidatos de la oposición; a las fuerzas de los grupos de presión que juegan su dinero, su poder y su prestigio; a la aceptación o no del Tratado de Libre Comercio; a las últimas y mejores actuaciones de los precandidatos; a las reformas constitucionales que se mejoren con el nuevo período de sesiones del Congreso; a los acomodos precampaña presidencial. Todo un otoño esplendente. Mucho más que la primavera. No hay comparación.
Vamos a escuchar en los próximos cien días de política, política y política, es la forma de actuación, la pauta decisoria en la vida nacional. La política se identifica con programas formales de contenido sobre lo que está haciendo y no de cómo se hace.
Por ello es importante que la gran decisión, de la que parte todo y en la que se aglutina todo, sea tomada pensando en mayorías y no en minorías, pensando en servicio público y no privado, pensando en México solo en México.
El otoño es la más hermosa época del año. Precede al invierno que es significativo de frío y de desolación. No será así este invierno. Tendrá el acogimiento de una campaña presidencial calientita. Y aunque será calientito habrá que prepararse para el invierno.
Y finalmente regresará la primavera, símil de renovación y luz. Deseo que México tenga renovación y luz, no solamente en una estación, sino durante todos los meses de todos los años por venir. Es México. Mi México. No tengo otro país que éste, por eso exijo que me lo cuiden y preserven. Que el otoño que está llegando sea bueno y con excelentes noticias.