Instituciones públicas involucradas en la administración y asignación de recursos para atender los daños de los sismos de septiembre están reprobadas en transparencia.
Conforme a la evaluación que el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) dio a conocer en agosto, varias entidades son campeonas de opacidad.
Por ejemplo, el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) tiene cero sobre 100 puntos respecto de lo que la Ley General de Transparencia le obliga a hacer público.
Dicho fondo, al que este año se le asignó una bolsa de más de 6 mil millones de pesos, no ha reportado ninguno de los rubros a los que está obligado, como el monto total de sus recursos, distinguiendo las aportaciones públicas y la fuente de éstas, los subsidios, donaciones, transferencias, excedentes o inversiones realizadas durante distintos siniestros.
Además, de ser el caso, tiene que hacer público el padrón de beneficiarios de los apoyos que otorga. Toda esta información, por ley, tiene que estar actualizada.
En su página web, el Fonden sólo ha difundido cómo ha canalizado recursos asignados a estados que sufrieron sismos, lluvias y huracanes en los años 2013, 2014 y 2015.
Otra institución que tendrá un papel clave en la reconstrucción es el Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros, S. N. C., Bansefi. Dicha entidad es dirigida por Virgilio Andrade, ex Secretario de la Función Pública.
Bansefi, que canalizará los apoyos económicos con tarjetas de débito que se otorgará a damnificados, obtuvo una calificación de 28.1 sobre 100.
En tanto, el Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa (Inifed), que se encarga del programa Escuelas al 100 y al que le corresponde coordinar las actividades de prevención y atención de daños causados por desastre naturales, tiene una calificación de 13.3 sobre 100.
Distintas organizaciones sociales han exigido que los recursos para la reconstrucción sean manejados con transparencia y que los encargados de ejercerlos rindan cuentas sobre su correcta aplicación.
Fuente: Reforma