Charly Pérez
A Mara la mataron por loca, por borracha y por trasnochadora. Por andar sola en la calle. La mitad de la culpa de su muerte es de ella misma. Seguro se quería escapar con el novio para acostarse con él, seguro sus padres no cuidaron de ella. Seguro se ponía vestidos cortos y estaba pidiendo a gritos que la violaran. Porqué ¿qué hace una señorita en la calle? ¿Por qué una mujercita sale después de las diez de la noche? Seguro tenía puros amigos hombres y le gustaba tomar cerveza y tequila. Seguro la fiesta era lo suyo. Seguro hasta viajaba en camión de vez en cuando. Se lo ganó.
Y siempre se le puede echar la culpa a alguien más, porque, en este país, parece ser que la mujer le ha dado la oportunidad al secuestrador, el derecho al violador, y el pretexto al asesino. Pero no se asusten, no pasa nada, que esto muy pronto se nos olvida. Pero antes juzgamos, victimizamos y no protegemos las libertades de las mujeres, eso sí. Porque esta es una sociedad que enseña a las mujeres a cuidarse de no ser violadas, en vez de enseñar a sus hombres a no violar, a respetar, a cuidar. A entender que las mujeres pueden vestirse como se les antoje y hacer lo que les plazca. Que si una mujer sale a la calle únicamente con dos flores en los pezones debe ser respetada. Pero no, en México la culpa es de la mujer, no del violador, ni del asesino.
Golpearon, violaron y mataron a Mara Fernanda. Y en las benditas redes sociales se le fueron encima, ¡a ella! ¡a la víctima!
¿Y el asesino? ¿Y Cabify? Ellos, igual que Uber, llegaron a México presumiendo que son transporte “seguro”, sin embargo, han relajado mucho sus políticas de contratación y cada vez son más los delitos cometidos por sus choferes. Cada día nos enteramos de alguna atrocidad cometida por unidades de estas dos plataformas. Ya se convirtieron en aquello que juraron destruir, taxis comunes y corrientes piloteados por choferes más corrientes que comunes… Y, como dijo Jaime Maussan, «nadie hace nada».
Mientras tanto, también nosotros fallamos como sociedad, porque habíamos prometido que #NiUnaMás. Mara Fernanda es una más, y no tuvo la culpa de nada. Ella solo quería divertirse. Y tenía todo el derecho.
Obituario: Yo vi ganar al Canelo. Y con el desempate va a ganar más… Mucho más.