Sólo bastaron 20 minutos para que el presunto asesino de Mara decidiera qué hacer con ella.
Las imágenes del video de una cámara de seguridad dan a conocer lo que en realidad sucedió: Ricardo Alexis Díaz llegó al lugar indicado por la estudiante de 19 años. Detuvo el auto, encendió la luz, volteó a ver a Mara quien, desgraciadamente, se encontraba dormida en la parte trasera del auto.
La oportunidad para realizar algo más, inundó la mente del conductor. Quizá, en un principio, este intentó despertarla pero al no ver respuesta por parte de Mara, decidió llevarla a otro sitio el cual, evidentemente, no había sido el indicado.
Así que el sujeto siguió su camino hacia otra dirección y se paró en un oxxo a comprar cigarros. A una corta distancia, se encontraba el motel en el cual decidió entrar junto a la víctima que aún permanecía profundamente dormida sin darse cuenta de lo que sucedía.
Cuando llegó al motel, Ricardo decidió bajar del vehículo para pagar (a pesar de que tenía la opción de entrar con él hasta la habitación). Un empleado del lugar, realizaba su labor y se acercó al coche para verificar lo que se encontraba dentro de la unidad pero fue inútil, ya que los polarizados vidrios le impidieron ver lo que se encontraba dentro.
A la mañana siguiente, el personal de limpieza registró que en la habitación que había sido ocupada por Ricardo y Mara, faltaba una sábana, una toalla y había huellas de sangre pero el sujeto ya no estaba presente para cuestionar dichas evidencias. Sin embargo, las placas del automóvil quedaron registradas en la bitácora del motel y las imágenes del video delatan el rostro del presunto asesino.
Los rastros del feminicidio finalizaron en el motel. Sin embargo, Ricardo se olvidó de un pequeño detalle: portar un teléfono GPS que podría ser rastreado al igual que el de la víctima. Al parecer, se dio cuenta de lo peligroso que podría resultar portar con un dicho aparato, así que decidió apagarlo.
Los hechos siguientes tuvieron que ser deducidos por parte de la policía. Evidentemente, el sujeto salió del motel con Mara y sus pertenencias.
El sábado 9 de septiembre hizo una declaración voluntaria en la que relató que Mara le pidió que la bajara metros antes del domicilio pero claramente, mintió. Así que pronto fue detenido debido a la poca credulidad de sus argumentos.
Cuando fue detenido en su casa el 12 de septiembre, se encontró el teléfono de Mara junto a otras de sus pertenencias. A pesar de todo, el hombre nunca aceptó su culpabilidad.
Sin embargo, faltaba el elemento principal del caso: EL CUERPO. Fue así, que las autoridades poblanas decidieron trazar las posibles rutas que el conductor pudo seguir tras salir del motel para deshacerse de la víctima.
Pensaron que la ruta más lógica era el Periférico Ecológico, el cual lleva kilómetros adelante del territorio cercano a Santa María Xonatepec. Hasta ahí llegó la búsqueda de 100 agentes de la procuraduría local ese día, sin éxito. Pero siguieron con su incansable labor la mañana siguiente.
Tras horas de búsqueda, al fin apareció el cuerpo de la joven. Mara se encontraba en una especie de pozo para evitar que las personas se percataran de la presencia del cuerpo sin vida.
20 minutos terminaron con la vida de una joven, 20 minutos marcaron el destino de una familia, 20 minutos hicieron la diferencia.
Fuente: Soy Carmín
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