Leo Zuckermann, en sus famosas últimas palabras, consideró preocupante lo que ocurre en Oaxaca y Chiapas tras los sismos de septiembre, debido a los muchos grupos clientelares que sólo buscan el beneficio de sus agremiados.
No les importa los damnificados.
La crisis en esos estados debe aprovecharse para recomponer la situación política y social.
De no hacerlo se podría salir de las manos de la federación.