Juan María Naveja
Con sorpresa la conductora de la cadena alemana de televisión Deustche Welle preguntaba a la reportera investigadora por qué los principales medios mexicanos habían ignorado un reportaje tan relevante que evidenció el tráfico de influencias en dependencias del gobierno federal por casi 8,000 millones de pesos.
La conductora se refería a los medios que dieron poco espacio o ignoraron la llamada Estafa Maestra, la investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad y el portal Animal Político, a partir de las irregularidades detectadas por la Auditoría Superior de la Federación que detalla la desviación de miles de millones de pesos entre 11 dependencias del gobierno federal, algunas universidades públicas y empresas fantasma.
Algunos argumentaron que no era nuevo, que dos años antes hubo medios que exhibieron la colusión, como si eso ya lo convirtiese en cosa juzgada.
Más todavía, apenas trascendió que el propio presidente de la República deslizó lo que pareció una amenaza contra el empresario Claudio X. González Guajardo, presidente de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.
Según The New York Times, el presidente Enrique Peña Nieto le habría dicho al padre del activista: “Tu hijo debería dejar de ser tan crítico con el gobierno. La sociedad civil no debe pasar tanto tiempo hablando de corrupción”.
Otro tanto ocurrió este miércoles. El conductor de un programa de radio fue casi regañado por la titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Rosario Robles, por preguntarle sobre la Estafa Maestra. La funcionaria evadió argumentando que en este momento está concentrada en la revisión casa por casa de las localidades afectadas por el sismo, y tiene razón, pero también es cierto que en la citada investigación se afirma que en la Cuenta Pública del 2013 y 2014, cuando Robles estaba a la cabeza, 2,224 millones que debieron destinarse a combatir la pobreza no llegaron a su destino.
La mayoría de las encuestas coincide en ubicar a la corrupción como el segundo problema más serio de México, sólo después de la inseguridad. No es para menos. El gobierno federal y varios estados de la República han sido señalados por casos de corrupción que no se aclaran o quedan en el disimulo.
No va a gustar a muchos, pero la realidad es que en México es muy tímido el combate contra la corrupción, poco logran los esfuerzos de organismos civiles y algunos medios de comunicación. Se enfrentan con el poco interés del Estado en su conjunto por emprender acciones decididas contra la corrupción y la impunidad.
Ante esta situación no estaría mal explorar el camino tomado por Guatemala: un acuerdo entre el Estado y la Organización de las Naciones Unidas para integrar una comisión internacional contra la impunidad.
Habrá quien diga que con Ayotzinapa se evidenció que las comisiones internacionales son costosas e ineficientes y que México tiene las instituciones adecuadas para combatir la corrupción; pues no ha sido así . En Guatemala expresidentes han tenido que rendir cuentas y por estos días el actual mandatario, Jimmy Morales, está en el ojo del huracán, acusado de cobrar un sobresueldo por parte del Ejército.
Ante las elecciones del 2018, ¿habrá algún candidato con los arrestos suficientes para proponer un acuerdo similar al de Guatemala con la ONU?